En México existen al menos 187 sitios arqueológicos que se encuentran bajo el resguardo del Instituto Nacional de Antropología en Historia (INAH), entre los que se encuentra Teotihuacán, que contiene una de las pirámides más grandes del mundo: la del Sol, que mide 64 metros de altura y tiene 260 peldaños, ¿pero cómo lucía hace más de 100 años?
A finales del siglo XIX, el artista plástico José María Velasco realizó una pintura de Teotihuacán, donde se aprecian dos montículos con vegetación: la Pirámide del Sol y la de la Luna. Y es que hasta inicios del siglo XX, la zona era un terreno cubierto de matorrales, magueyes y demás vegetación, mientras que los edificios prehispánicos parecían cerros.
Las primeras fotografías de Teotihuacán fueron realizadas por la American Philosophical Society y otros expedicionarios, donde se aprecia a que las pirámides están cubiertas de vegetación, mientras que las escalinatas parecen verdes y caminos de terracería; además de campesinos que aran y realizan cultivos al pie de las pirámides.
En 1905, previo a la conmemoración del centenario de la Independencia de México, el entonces gobernante Porfirio Díaz encomendó la exploración y restauración del sitio arqueológico a Leopoldo Batres, quien fue uno de los que liberó la Pirámide del Sol de las toneladas de tierra que la cubrían y parte de la llamada Calzada de los Muertos, la vía principal del sitio arqueológico.
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Personajes como Manuel Gamio, Alonso Caso e Ignacio Bernal restauraron los edificios de Teotihuacán, así como la restauración de esculturas, túneles y hasta pozos de la ciudadela. En la actualidad, esta zona cuenta con 264 hectáreas y se encuentra abierta al público en un horario de las 08:00 a 17:00 horas.
¿Quién construyó Teotihuacán?
No, no fueron los alienígenas. La cultura teotihuacana fue la responsable de construir edificios como la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna de Teotihuacán, Entre los años 300 y 600 después de Cristo (d.C.), esta cultura tuvo su mayor periodo de auge y la ciudad tuvo una población de 100 mil habitantes; en ese tiempo fue tan grande como Constantinopla o Alejandría.
Los teotihuacanos eran comerciantes y la clase dominante estuvo conformada por: gobernantes, sacerdotes, administradores y artesanos; mientras que la clase más baja se dedicó a la albañilería y agricultura. Los habitantes de esta cultura prehispánica se dedicaron a la elaboración de cerámica y piezas de obsidiana.
En el año 900 d.C. la cultura decayó y desapareció; una de las teorías apunta a que una rebelión causó la decadencia y final de dicha cultura, afirmó la arqueóloga Linda Rosa Manzanilla. Por cierto, el nombre e Teotihuacán fue dado por los aztecas, quienes se sorprendieron al encontrar una colosal ciudad deshabitada y le nombraron Tollan-Teotihuacán, que significa "donde los hombres se convierten en dioses".