La leyenda revive cada noche. Sobre la calle Yandell, a pocos metros del histórico panteón Concordia en El Paso, Texas, decenas de conductores aseguran haber visto a una mujer elegante cruzar la vía con un andar sereno, casi sobrenatural.
Lo que comienza como una visión etérea pronto se transforma en una experiencia escalofriante, cuando los automovilistas logran fijar su mirada en ella, su rostro cambia, se desfigura con los gestos de una agonía indescriptible, y su cuerpo envejece de manera antinatural.
Se dice que esta aparición es el alma de una mujer asesinada por su esposo, un hombre acaudalado que, cegado por los celos, la ahorcó en una noche de furia.
Aunque han pasado décadas desde el trágico suceso, el espíritu de la víctima parece no encontrar descanso y continúa deambulando por las inmediaciones del camposanto, causando terror entre quienes se cruzan en su camino.
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El panteón Concordia: un recinto lleno de historias
El panteón Concordia, fundado en 1882 por el pionero estadounidense Hugh Stephenson, es mucho más que un cementerio; es un compendio de historias que abarcan desde héroes de guerra hasta pistoleros legendarios, pasando por migrantes, religiosos y niños que sucumbieron a epidemias.
Stephenson, conocido en Ciudad Juárez como “Don Hugo”, nombró el lugar en honor a su ciudad natal, Concordia, Missouri.
Otro de los personajes clave en la fundación fue Florida J. Wolfe, mejor conocida como “Lady Flo”. Afroamericana y pareja del terrateniente irlandés Delaval James Bereford, Lady Flo vivió en Ciudad Juárez debido a las leyes estadounidenses que prohibía las uniones interraciales en su tiempo.
Entre los habitantes más célebres de este camposanto se encuentra John Wesley Hardin, un pistolero y abogado que, tras cumplir 14 años en prisión, fue asesinado en 1895 frente al bar Acme en El Paso, Texas.
Sin embargo, las historias de aquellos menos famosos, como la mujer que ahora vaga por las noches, son las que han tejido el halo de misterio que envuelve al panteón.
El fantasma de la mujer asesinada
La figura femenina, según los relatos, camina descalza y lleva un vestido que algunos describen como blanco, mientras que otros lo ven oscuro. Sus ojos, al principio radiantes, se transforman en cuencas vacías llenas de angustia, y su piel, antes tersa, se torna cenicienta con el paso de los segundos.
Los restos de esta mujer descansan en el panteón Concordia, donde las lápidas antiguas esconden más historias de tragedias y pasiones. Las mismas lápidas que, con el paso del tiempo, se han deteriorado, dejando algunos nombres y fechas en el olvido.
Para los habitantes de la zona y los visitantes del panteón, el espectro no es solo una leyenda urbana, sino un recordatorio de las historias humanas que alberga este lugar.
“Cada tumba tiene su relato, pero no todas las historias se quedan enterradas”, comenta el historiador juarense “Don Chendo”.
Expone que el panteón Concordia, con sus secciones dedicadas a comunidades judías, mormonas y veteranos afroamericanos, entre otros, es un reflejo de la diversidad y el paso del tiempo.
Además de albergar el cuerpo de uno de los presidentes más sanguinarios de México: Victoriano Huerta, mejor conocido como "El Chacal" y quien al ser exiliado de su país natal, falleció en Estados Unidos.
En su rincón infantil, yacen los restos de los pequeños que murieron durante la epidemia de gripe de 1918, mientras que en sus áreas menos transitadas, el eco de los nombres olvidados parece susurrar al viento.
El espectro de la mujer asesinada no es el único fenómeno inexplicable asociado con este histórico cementerio, pero sí uno de los más conocidos.
Su historia, al igual que la de los fundadores, pistoleros y héroes que descansan en el lugar, es un recordatorio de cómo las pasiones humanas, desde el amor hasta los celos, pueden trascender incluso la muerte.
Para quienes se atrevan a explorar el panteón Concordia o transitar por la calle Yandell de noche, el consejo de los lugareños es claro: si ves a una mujer cruzando con pasos elegantes, no la sigas con la mirada, porque lo que descubras podría dejarte con una sensación que jamás olvidarás.
