De principio la gente puede notar un laberinto de paredes de tierra cuyo color se funde en el entorno, pero la zona arqueológica Paquimé, guarda mucho más que eso.
Se trata del vestigio de varias construcciones que, estiman, fueron el hogar de unos 3 mil 500 habitantes, que en su momento formaron una comunidad próspera y comercial.
Lo que más resalta a la vista es la construcción de adobe, y las puertas hacia las guaridas que fueron construidas en forma de letra "T".
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Por todo ello, desde 1998 este sitio figura en la lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por considerarla un testigo de la historia de las relaciones entre los Pueblos del Norte de México y Mesoamérica.
¿Cuál es la historia de Paquimé?
En lengua náhuatl, Paquimé significa ”Casas Grandes”, y esa es la razón por la que dicho municipio adquiere el nombre de Casas Grandes.
Historiadores afirman que Paquimé fue un asentamiento que tuvo influencia en la Sierra Madre Occidental, casi todo Chihuahua, e incluso algunas partes de Sonora, Nuevo México y Arizona.
Fue cerca del año 900 D. C. cuando los habitantes llegaron a esta región y fundaron un centro ceremonial, el cual después se convertiría en punto de encuentro en las rutas comerciales entre América del Norte y Mesoamérica.
¿Qué es la Cerámica de Paquimé?
Uno de los legados de la comunidad que construyó Paquimé, fue la de sus vasijas llamadas olla, que tenían carácter ornamental y ceremonial.
Muchas ollas fueron encontradas en esa zona arqueológica, pero a partir de 1970, se inició un movimiento artístico basado en estas, llamado la cerámica de Mata Ortiz.
Al principio Juan Quezada Celado, artesano de la localidad de Mata Ortíz, fue quien se vio especialmente interesado por estos hallazgos, y decidió replicar la técnica.
Actualmente, esta técnica es internacionalmente conocida como cerámica de Mata Ortíz, y su elaboración y venta es una actividad económica de la región.
Primero como réplicas y ahora, como una tradición de varias generaciones atrás que buscan la tierra del sitio para con ella elaborar estas piezas internacionalmente conocidas por su textura y diseño.
Este último es muy fácil de reconocer, posee elementos como escalonadas o guacamayas y serpientes, algunas están antropomorfas, se dice que estas ollas formaban parte de las cortes fúnebres de esta región.