Una víspera de navidad pero del año de 1912, en medio de la algarabía de los festejos, el Centauro del Norte, Pancho Villa, logró salir de la cárcel disfrazado de doctor.
Para nadie es sorpresa que algo así pudiera ocurrir, pues la vida y obra de este personaje es una colección de anécdotas inverosímiles.
Pero estando en medio de las fiestas decembrinas, los seguidores y amantes de la historia de este personaje, no dudan en recordar la anécdota de cuando éste burló a todos los guardias de la prisión de alta seguridad en la que se encontraba, saliendo por la puerta principal.
¿Cómo llegó Pancho Villa a la prisión?
En sus primeros compases, la alianza entre Pascual Orozco, Pancho Villa y Emiliano Zapata con Francisco I. Madero tenía como objetivo derrocar al presidente Porfirio Díaz.
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Sin embargo, esta unión pronto se vio fracturada cuándo Zapata y Orozco no lograron alcanzar sus objetivos, lo que los llevó a alzarse en armas contra Madero.
Simultáneamente, las desconfianzas crecieron y Madero, percibiendo una amenaza por parte de Villa, optó por aliarse con Victoriano Huerta, colocándolo bajo sus órdenes.
Aunque en un principio Villa y Huerta mantenían una buena relación, las tensiones surgieron cuando Tomás Urbina, amigo de Villa, saqueó una hacienda.
Huerta, con la intención de fusilar a Urbina, se vio enfrentado a la intervención de Villa y esta disputa marcó el inicio de una serie de conflictos que culminaron con la retirada de Villa, siendo acusado por Huerta de subordinación y condenado al paredón.
Pero Raúl Madero y el coronel Rubio Navarrete intervinieron en favor de Villa, evitando su fusilamiento, reduciendo al castigo a una reclusión en la Prisión de Lacumberri.
Fue en este lugar donde, paradójicamente, Villa adquirió la habilidad de leer y logró enviar cartas a Madero solicitando exilio.
Después de 19 cartas, lo único que logró fue ser trasladado a la Prisión Militar de Santiago de Tlatelolco.
Este episodio de su vida en prisión se convirtió en una etapa crucial en la historia de Villa, marcada por conflictos, traiciones y el aprendizaje forzado.
¿Cómo fue el escape de Villa?
En un momento de desesperación, y al ver que nadie intervenía para liberarlo, tomó la decisión de escapar.
Con la ayuda de este aliado, logró obtener un bombín y un par de lentes oscuros, que le facilitaron romper los barrotes de su celda, adquiriendo la apariencia de un médico, que hubiera ido con el propósito de revisar a uno de los reos que estaba enfermo.
Era aproximadamente las 3 de la tarde de un 24 de diciembre de 1912, y en medio de los festejos que mantenían un gran movimiento dentro del penal debido a la visita a los reos, sin que nadie pudiera identificarlo como Villa, salió con serenidad por la puerta principal.
Se cuenta que después de este audaz escape, abordó un taxi que lo condujo a Toluca, desde donde emprendió su viaje hacia Estados Unidos.
No obstante, regresaría al país poco después, justo a tiempo para los trágicos eventos que rodearon la muerte de Madero en 1913.
Este episodio de fuga revela la astucia y determinación de Villa, quien, a pesar de las adversidades, logró burlar la seguridad y trazar su propio destino.