El Kiosko Morisco se destaca como uno de los tesoros arquitectónicos más emblemáticos de la Ciudad de México. Fue diseñado por el ingeniero José Ramón Ibarrola, este icónico pabellón fue creado originalmente para la Exposición Mundial de la Industria del Algodón en Nueva Orleans, celebrada entre 1884 y 1885.
Con su estructura de hierro y colores vibrantes, el Kiosko Morisco refleja una fusión de influencias españolas y moriscas, en un estilo conocido como mudéjar o neomudéjar.
Transportado por barco a Nueva Orleans
Inicialmente ensamblado en Pittsburgh, Pensilvania, el kiosko fue transportado por barco a Nueva Orleans, donde fue conocido como el Palacio de la Alhambra. Tras la exposición, fue trasladado a México y ubicado en la Alameda Central, donde durante 25 años sirvió como escenario para los sorteos de lotería. Su diseño distintivo y su detallada ornamentación le valieron el apodo de "morisco", en referencia a su similitud con la arquitectura de los moros.
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En 1910, con motivo del Centenario de la Independencia de México, el kiosco fue trasladado al barrio de Santa María la Ribera a solicitud de los residentes, cuando la Alameda Central necesitó espacio para la construcción del Hemiciclo a Benito Juárez. Desde entonces, el Kiosko Morisco ha sido un símbolo de la comunidad y un punto de encuentro cultural y social en la zona.
Símbolo y sitio de eventos culturales
Este histórico pabellón ha sido restaurado en varias ocasiones por las autoridades de la Ciudad de México y continúa siendo un sitio muy visitado tanto por residentes como por turistas. El Kiosko Morisco alberga una variedad de eventos culturales, desde bailes de salón y conciertos de bandas populares, hasta presentaciones de música de cámara, consolidándose como un centro cultural dinámico.
El barrio de Santa María la Ribera, con su rica tradición y prestigio, es uno de los primeros desarrollos urbanos más allá del trazo original de la ciudad, hoy conocido como el Centro Histórico. La Alameda de Santa María es el corazón de la colonia, y el Kiosko Morisco es una visita obligada para aquellos que desean explorar la historia y el patrimonio cultural de la Ciudad de México.
Visitar el Kiosko Morisco en Santa María la Ribera no solo permite disfrutar de su impresionante belleza arquitectónica, sino también sumergirse en la diversidad cultural e histórica que define a la Ciudad de México, una metrópoli rica en patrimonio y tradiciones.