Un lobo que presuntamente se escapó fue capturado por agentes de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA), perteneciente a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en la alcaldía Gustavo A. Madero, al norte de la Ciudad de México. La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) afirmó que el lobo no huyó del Zoológico de San Juan de Aragón.
De acuerdo con las autoridades capitalinas, "todos los lobos permanecen en su albergue" al interior del santuario animal localizado al norte de la capital. No hubo incidentes relacionados con la fuga de este espécimen que deambuló en las calles aledañas al Colegio de Bachilleres no.9.
A través de redes sociales, las personas difundieron las fotografías de cómo el lobo recorrió las calles de la alcaldía Gustavo A. Madero. El animal fue a parar a una zona habitacional, donde un joven a bordo de una motocicleta le cerró el paso y, eso, permitió que fuera capturado por los oficiales de la BVA.
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Asimismo, los usuarios criticaron el aspecto del lobo, pues hubo quienes consideraron que está "maltratado y flaco" al grado que parece "perrito de azotea". Previo al parte dado por la Sedema, las personas exigieron que inspeccionen las condiciones en que habitan los inquilinos del Zoológico de San Juan de Aragón.
De acuerdo con información de Foro TV, el lobo anduvo merodeando por las calles San Juan de Aragón hasta que llegó a la calle Astillero, donde fue capturado. El personal de la BVA lo metió a una caja transportadora, revisar en qué condiciones se encuentra y regresarlo al santuario animal.
La Dirección General de Zoológicos y Conservación de la Fauna Silvestre de la Ciudad de México no ha emitido una postura respecto a la procedencia del lobo, ni cómo se escapó del zoo ubicado en San Juan de Aragón. Desde 1987, este santuario animal y el de Chapultepec participan en el programa de conservación del lobo mexicano.
El lobo mexicano, como el que deambuló en las calles de San Juan de Aragón, es una especie en peligro de extinción; en la vida silvestre se le consideró como extinto desde la década de los 70 del siglo pasado, pero los esfuerzos de conservación han permitido que aumente el número de ejemplares.