El “estira y afloja” de la Ciudad de México (CDMX) en temas ambientales ya ha comenzado este 2023. Como los primeros meses de cada año, las alertas por contingencia ambiental se activan en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) y la falta de agua por un bajo nivel en el Sistema Cutzamala se anuncia para varias alcaldías en la capital.
Estas condiciones no son fortuitas, la CDMX, por un lado, se encuentra en una cuenca atmosférica “donde la atmósfera se comporta de manera peculiar en cuanto a la dispersión de contaminantes”, según la propia Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
En el centro de México deja de llover desde noviembre y las precipitaciones no vuelven hasta el mes de mayo. Aunque esto directamente no genera sequía, sí existe ausencia de viento, altas temperaturas y radiación solar, según las Secretaría de Medio Ambiente (Sedema)
La crisis ambiental es innegable. De 2013 a 2023 se han registrado los ocho años más calurosos de la historia y los especialistas señalan que el calor no hará más que incrementar.
Falta el agua: ¿Las presas están realmente vacías?
Desde inicios de febrero, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la jefa de gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum, anunciaron que habría una disminución del líquido vital por mantenimiento, en un inicio, y posteriormente “una sequía histórica” que vive la capital.
El Sistema Cutzamala, que alimenta de agua a la Ciudad de México, se abastece de siete presas ubicadas en Michoacán y el centro del país, pero son El Bosque, Valle de Bravo y Villa Victoria, algunas de las más destacadas.
Un análisis de Grupo Fórmula a los niveles de estas tres presas encontró que en enero de 2017 las presas se encontraban entre el 94 y 89.19 por ciento de su capacidad, algo que se redujo al 54.03 a finales de enero de 2023.
En esos mismos años el Mapa de Sequía en México, realizado por la Conagua, pasó de presentar sequías anormales en el norte y sur de CDMX, a presentar estas condiciones en toda la capital para 2022 y 2023.
En este sentido, aunque se trata de una disminución habitual por la temporada de calor, a hace seis años las presas estaban más llenas y las sequías eran menos constantes.
Hoy en día, alcaldías como Tláhuac, Iztapalapa, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco sufren las consecuencias más intensas de la escasez de agua en la capital, sobre todo, cuando este año se reducirá en 24 por ciento el agua que se recibía en comparación con 2019.
La contingencia ambiental: ¿Sí son más frecuentes?
El calor definitivamente es más alto en CDMX entre marzo y mayo. De hecho, miles de personas salen de vacaciones en esas fechas por la Semana Santa.
En esos meses, las temperaturas se colocan por encima de los 25 grandes, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto, generando condiciones idóneas para el desarrollo de las contingencias ambientales.
Estas contingencias fueron más constantes en 2016, año en que se reportaron ocho de ellas. Un escenario similar se vivió en 2019, pero con seis eventos de este tipo, al igual de en 2022.
Las consecuencias de una contingencia ambiental son variadas y la exposición constante y crónica a la contaminación genera incrementos en la mortalidad y morbilidad por problemas cardiovasculares, es factor de riesgo para algunos tipos de cáncer y puede llegar a presentar efectos reproductivos y neurológicos.
En lo que va del año, la CAMe ha activado tres contingencias ambientales, una por cada mes transcurrido en el Valle de México, ante lo que recomienda dejar de lado las actividades al aire libre para que la constante exposición a estas condiciones no afecta (más) la salud de cientos de mexicanos