El Metro de la Ciudad de México cuenta con 12 líneas y 195 estaciones, mismas que cuentan con una gran afluencia; además de que se enfrenta a problemas como el robo de cable o hasta los accidentes que afectan a sus operaciones. Pero hubo una época donde hasta acomodadores de asientos tuvo, ¿era sólo para la clase alta? Te contamos.
Hasta finales de los años 60, el entonces Distrito Federal no tenía una red de transporte como el Metro; fue el 4 de septiembre de 1969 cuando inició sus operaciones la Línea 1, aunque sólo en una primera etapa que iba de las estaciones Chapultepec a Zaragoza; los boletos no sólo se vendieron en las estaciones, sino también en zapaterías, perfumerías y otras tiendas de autoservicio.
¿El Metro de la CDMX era para personas de clase alta?
No. Desde sus inicios, el Metro de la CDMX se concibió para resolver los problemas de movilidad que tenía la capital del país, sobre todo ante el crecimiento demográfico. Los trabajos se iniciaron desde 1967, cuando el regente Alfonso Corona del Rosal, colocó la primera piedra de esta red de transporte, donde podrían viajar desde campesinos, obreros, oficinistas, entre otros.
En sus inicios, el costo del boleto del Metro era de 1.20 pesos viejos; las personas adquirían planillas de cinco boletos, para que cada uno les saliera en un peso. En los establecimientos como zapaterías, farmacias y hasta bancos, las y los pasajeros podían comprar un block que contenía 10 boletos, además de que obtenían un descuento de dos pesos, según El Universal.
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Aunque puede parecer barato, no lo era: de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el salario mínimo en el Distrito Federal y la zona metropolitana era de 28.5 pesos diarios (en promedio) entre 1968-1969; rendía para comprar al menos 23 boletos a un precio individual de 1.25.
¿El Metro tuvo acomodador de asientos?
Sí, pero sólo un día. El 4 de septiembre de 1969, durante la inauguración del Metro, al menos siete edecanes participaron como acomodadoras de asientos en el llamado 'vagón presidencial', donde viajó Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y su comitiva; el exmandatario también es considerado como el primer pasajero de dicha red de transporte, según El Universal.
En días recientes, la cuenta de Ricardo Salinas Pliego recordó aquel día, debido a que una publicación hizo referencia a las edecanes y que los conductores usaron un sombrero estilo francés, esto último es cierto, ya que en el Museo del Metro (ubicado en la estación Mixcoac) se puede apreciar dicho atuendo.
Por ahora, el Gobierno de la Ciudad de México no ha anunciado nuevos aumentos al boleto del Metro y esto ayuda a la economía de millones de mexicanos; este sistema de transporte conecta la mayor parte de la urbe, aparte de que favorece una adecuada movilidad, sin importar si sus pasajeros son de clase baja o clase alta.