El Bosque de Chapultepec es uno de los atractivos turísticos más importantes de la Ciudad de México y uno de los más queridos para los capitalinos que suelen escaparse ahí para 'echar novio' o pasear los domingos, pero ¿sabías que también hay una puerta al inframundo?
Aunque no lo creas la popularidad de Chapultepec no es nueva, pues viene desde tiempos prehispánicos cuando los habitantes del Valle de México acudían al Cerro del Chapulín.
Incluso, se le conocía como la "Esmeralda del Anahuac" y era considerado un espacio sagrado en el que la naturaleza honraba a los pobladores con toda su riqueza. Además, los mexicas creían que en este lugar se encontraba Cincalco, un portal que llevaba directo al Mictlán.
También se creía que en la Cueva de Cincalco se encontraba el paraíso de Tláloc, un lugar carente de sufrimiento y del que provenía toda el agua benéfica y necesaria para la tierra de los mortales, incluso se encontró una escultura del dios en el lugar, por lo que se considera que había un altar en su honor.
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Además, existe el mito del Huémac, el último gobernante tolteca y un gran aficionado a los juegos de pelota que hizo una apuesta con los tlaloques, sacerdotes de Tláloc y ganó.
¿Cuál es el mito del Huémac en Chapultepec?
Aunque Huémac esperaba tesoros como jade y plumas de quetzal en recompensa, los sacerdotes le otorgaron mazorcas por considerarlas más valiosas, pero el gobernante las rechazó lo que condenó a su pueblo a cuatro años de sequía.
Avergonzado, Huémac entró a la cueva y ahí mismo se quitó la vida para viajar al Mictlán, el lugar del descanso eterno.
Lo único cierto es que el sitio ha sido considerado sagrado por generaciones y si quieres conocerlo, sólo tienes que acudir al Audiorama del bosque de Chapultepec, en la primera sección.
Tal vez no puedas comprobar si en realidad hay un túnel al inframundo, pero seguro que podrás contemplar la naturaleza, relajarte y escuchar música.