Las calles del corazón de la capital perdieron color.
Cientos de puestos callejeros de la alcaldía de Cuauhtémoc que han existido durante décadas fueron obligados a colocar pintura blanca y el logotipo del gobierno actualmente presidido por Sandra Cuevas... ¿bajo amenazas de sanciones?
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Debido a esto, los puerquitos, las tortas antropomorfas, las letras promocionando caldos de gallina calientitos e incluso bellas y coloridas piezas de arte urbano fueron sustituidas por el gris de la imagen institucional de la principal demarcación de la capital, la cual abarca colonias tradicionales como la Roma, la Condesa, la Doctores, la Obrera, Tlatelolco, la Buenos Aires, Tepito, La Lagunilla y, por supuesto, el Centro, donde se localizan Palacio Nacional y el Zócalo.
De acuerdo con los testimonios recabados por Grupo Fórmula, si bien a los comerciantes se les preguntó, por parte de las autoridades, si podían "uniformar" sus locales ambulantes, en realidad no se trató nunca de una opción, pues ante una negativa se les pondría una multa, acusaron.
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"La mayoría acaba de conseguir los permisos para poder vender, no tienen más de cuatro meses con su puesto. (Los comerciantes) no se abrirán mucho a decirte la verdad (sobre las amenazas de multa) por miedo a perder su trabajo", comentó uno de los vendedores quien prefirió no dar su nombre.
El comerciante también aseguró que la alcaldía sólo les brindó la pintura blanca, por lo que ellos deben buscar la mano de obra y, por ende, pagarla, con la finalidad de poder "uniformar" su puesto."Un gasto innecesario o que la alcaldía misma tendría que pagar", agregó el comerciante..
¿Qué pasó con los tradicionales rótulos?
La mayoría de los puestos callejeros ubicados en dicha alcaldía fueron pintados de blanco con una banda azul y se les puso una calcomanía con la imagen institucional del gobierno de Cuevas. "Hace 15 días nos pusieron el logo” – comentó una vendedora de comida rápida.
A los dueños de los negocios, que perdieron sus imágenes coloridas y ahora tienen una imagen institucional, nunca se les presentó algún oficio u orden para "institucionalizar" sus puestos ni se les aclaró el objetivo de dicha acción.
El problema, comentaron los comerciantes, es que sus locales estaban decorados con sus servicios, teléfonos, y demás información que les permitía a los clientes ubicar sus funciones.
El señor Alberto, dueño de un puesto de cerrajería y plomería, comentó que ahora es más complicado que la gente se dé cuenta que él está ahí con la pintura blanca: "tuve que pedir permiso y poner una lona amarilla con los servicios que ofrezco arriba para que me identifique la gente que pasa por aquí y necesita un cerrajero o un plomero", dijo un poco indignado.
En Tonalá, en la Colonia Roma, un puesto de tacos y quesadillas sobrevivió a la pandemia de COVID-19 y ahora, la dueña del changarro, teme perder su negocio o ser multada si no pone el rótulo.
"Sólo falta que hayamos librado el COVID y ahora nos quiten el puesto por esto", indicó la mujer.