El Acuario Inbursa, propiedad del hombre más rico de México, Carlos Slim Helú, se encuentra en el ojo del huracán tras el fallecimiento de Monserrat ‘N’, una joven de 27 años de edad que se desempeñaba como bióloga marina.
Su muerte ocurrió tras un accidente en las instalaciones del complejo ubicado en la calle de Miguel de Cervantes Saavedra 386, colonia Ampliación Granada, en la alcaldía Miguel Hidalgo.
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Por ello, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) abrió una carpeta de investigación por la probable comisión del delito de homicidio culposo.
De acuerdo con las primeras investigaciones, un agente del Ministerio Público de la Fiscalía de Investigación Territorial en la alcaldía Cuauhtémoc fue notificado por personal del hospital ubicado en dicha demarcación del fallecimiento de la joven, quien se encontraba realizando actividades en alguno de los estanques del Acuario Inbursa cuando sufrió un percance, aunque fue trasladada al nosocomio aún con signos vitales, más tarde perdió la vida.
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De esta forma, elementos de la Policía de Investigación (PDI) realizaron inspecciones del sitio, entrevistas y búsqueda de testigos, así como han observado cámaras de videovigilancia públicas y privadas, elementos que permitan esclarecer los hechos.
Escándalos que rodean al Acuario Inbursa
Sin embargo, la muerte de Monserrat no es la única irregularidad encontrada dentro del Acuario Inbursa, pues usuarios en las redes sociales han compartido testimonios de supuestos trabajadores del complejo, quienes han confirmado que los animales que se exhiben en sus instalaciones no cuentan con las condiciones óptimas de cuidado.
De acuerdo con testigos, los pingüinos no cuentan con el espacio adecuado para tener una vida digna, pues se les puede ver ansiosos en su área destinada.
Por su parte, la doctora en biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Blanca Esther Pérez, aseguró que el acuario y el Museo Interactivo Inbursa ya han estado en la mira de diversos especialistas, quienes se cuestionan quiénes fueron los biólogos y supuestos expertos que aprobaron hábitats de dos por tres metros para una especie tan activa como es la tortuga del desierto.
“Disculpe, pero definitivamente a los biólogos que dieron el visto bueno a ese hábitat, yo los reprobaría de cualquier clase. Hago un llamado a la familia Slim y a don Carlos, su patriarca, para que pongan atención a este espacio y no se dejen engañar por biólogos mercenarios que sólo les dicen lo que quieren escuchar. Muchos de los espacios del Acuario Inbursa son inadecuados y requieren de una urgente remodelación integral”, dijo.
Al igual que la tortuga, el cocodrilo permanece en un espacio reducido junto con pirañas, en tanto la tortuga blanca comparte espacio con otras especies por lo que se vuelve un lugar limitado.
El no contar con espacio suficiente y el no tener los cuidados necesarios ha hecho que especies importantes pierdan la vida al interior del Acuario Inbursa, tal es el caso del tiburón aleta de cartón, uno de los animales más grandes que tenía el complejo, el cual, murió por negligencia.
No obstante, también han perdido la vida decenas de especies marinas, no sólo los de exhibición, sino también aquellos que se encuentran en el Laboratorio Submarino Blau Life.
Otros usuarios han acusado de discriminación a los trabajadores, quienes han mostrado poca empatía hacia personas con alguna discapacidad.