El constante crecimiento de la población en urbes como la Ciudad de México (CDMX) es el principal detonador para que la industria de la construcción siga desarrollando proyectos de vivienda que a la postre podrían generar un severo daño ambiental y a la salud de las personas debido al cascajo que generan con dichas obras.
Se estima que las poblaciones urbanas en los países con menores ingresos podrían crecer hasta un 68 por ciento para el 2050, de acuerdo con el Reporte Mundial de las Ciudades de la ONU-Hábitat. En México actualmente 99 millones 30 mil 496 de personas viven en alguna ciudad -el 79 por ciento de la población-, según datos del Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al considerar la estimación de la ONU, para mediados del siglo XXI más de 166 millones de personas podrían vivir en ciudades mexicanas, lo que sin duda generará una gran demanda de vivienda.
Esta expansión urbana podría generar un severo impacto ambiental debido al mal manejo de los residuos generados por la demolición y construcción de inmuebles, además de que también puede afectar la salud de los habitantes de las ciudades.
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¿Qué es el cascajo y cómo daña a la salud?
Se le conoce como cascajo a los restos de piedra, cemento, yeso, arena y otros materiales usados para la construcción, que se producen por la demolición, la edificación o la remodelación de un inmueble, de acuerdo con su definición en el Diccionario del Español Mexicano (DEM).
Cada día, en la CDMX se generan alrededor de 14 mil toneladas de residuos de la construcción y la demolición, según cifras de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema).
El inadecuado manejo de estos residuos, sobre todo su disposición en tiraderos clandestinos, puede generar severos daños al ecosistema así como afectaciones a la salud de los seres humanos. Estos son algunas de las afectaciones que provoca:
- Generan de polvo que puede generar enfermedades respiratorias
- Provoca la erosión del suelo
- Puede llegar a contaminar acuíferos subterráneos y afectar su recarga
- Ocasiona inundaciones durante la temporada de lluvias al obstruir el drenaje
- Afectan a la flora y fauna nativas, como en el caso de tiraderos clandestinos en áreas verdes
- Ayuda a la proliferación de fauna nociva como ratas o insectos.
Para evitar las consecuencias nocivas para la salud y el ambiente por tirar cascajo en cualquier lugar, en la CDMX existe el Centro Integral de Reciclaje de Residuos de la Construcción (Cirec) ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, la primera planta recicladora de desechos de la construcción que opera en la capital.
En agosto de 2021, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció que el gobierno capitalino tiene un plan para operar seis plantas para convertir el cascajo en materiales reciclados, como parte de la estrategia Basura Cero.
Tirar cascajo sin permiso sale caro
Al tratarse de desechos que requieren de un tratamiento especial, el manejo y la disposición del cascajo en la CDMX está regulado por la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal.
Dicha legislación establece las multas y sanciones a las que pueden hacerse acreedoras las personas que sean sorprendidas tirando residuos de construcción en lugares prohibidos o sin contar con los permisos necesarios.
Estas son las multas que se aplican por tirar cascajo:
- Multa de 20 a 200 veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México (de $1 mil 924.40 a $19 mil 244 pesos) para las construcciones que almacenen cascajo en la vía pública o que transporten escombros en vehículos no autorizados por la Sedema.
- Multa de 150 a 1 mil veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México (de $14 mil 433 a $96 mil 220 pesos) a quien arroje cascajo en lotes baldíos, a cielo abierto, cuerpos de agua, sistemas de drenaje, alcantarillado o en fuentes públicas.
- Multa de 1 mil a 20 mil veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México (de $96 mil 220 a $1 millón 924 mil 400 pesos) para quienes arrojen cascajo en parques, áreas verdes, áreas de valor ambiental, áreas naturales protegidas, zonas rurales o áreas de conservación ecológica.
La Sedema cuenta con una lista de empresas autorizadas para el manejo de cascajo así como otros residuos de la construcción, mismas que son las únicas avaladas para trasladar y disponer de estos desechos en sitios autorizados.
La demanda de vivienda en el futuro como consecuencia del crecimiento de la población urbana puede legar a generar un severo daño ambiental e incluso a la salud de los habitantes si no se da el tratamiento adecuado al cascajo y otros residuos de la construcción.