Si bien, prácticamente todas las y los alumnos de educación básica en México han tenido que enfrentar la misma situación ante el confinamiento y la suspensión de las clases presenciales debido a la pandemia de COVID-19, hay una parte de ellos que además deben iniciar con uno de los procesos que definirán en gran parte el rumbo que tomará su desarrollo profesional: la transición al nivel medio superior.
Tal es el caso de las y los adolescentes que actualmente cursan el tercer grado de secundaria, quienes este 2022 deberán presentar el examen de ingreso a bachillerato que la Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) aplica cada año.
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Madres y padres de alumnos que actualmente cursan el último año de secundaria han expresado que esta situación es una de la que más incertidumbre les genera, pues temen que debido al cambio tan brusco en su forma de aprender, provocada por emergencia sanitaria por el coronavirus, sus hijos no cuenten con los conocimientos necesarios para obtener el puntaje necesario para quedarse en su primera opción.
La señora Pilar es madre de Josué, un adolescente de 14 años que actualmente cursa el tercer grado en una secundaria pública ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México, y al igual que la mayoría de las y los jefes de familia en sus situación, consideró que el regreso a las clases presenciales es de gran ayuda e importancia para que él pueda preparase para este proceso.
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“De por sí había retraso académico, con todo esto les da en la torre a todos ellos (...) Desde que empezaron las clases yo lo mandé, yo no lo dejé en casa”, aseguró la mujer.
Pero no sólo los alumnos, sus madres y padres han hecho hincapié en la necesidad de regresar a las aulas para poder prepararse de cara a este proceso de selección, pues también autoridades de los planteles han insistido en el llamado para que todos los alumnos acudan a clases presenciales.
El profesor Rafael Salas, subdirector de la misma secundaria en la que estudia Josué, señaló que constantemente hace invitaciones e intenta convencer a las madres y padres de familia que decidieron no enviar a sus hijos a la escuela a que lo hagan, especialmente a los que están por concluir el último año.
“Para ellos de tercero yo creo que es prioridad (el regreso a clases),aquí y en todos lados. Queremos que lleven el conocimiento suficiente para presentar su examen y que lleguen a primera opción”, recalcó el docente en entrevista para Grupo Fórmula.
Destacó que la mayoría de las jefas y jefes de familia han respondido de manera positiva a este llamado, pues de los 585 alumnos que actualmente están inscritos en el plantel, tan sólo 40 de ellos han solicitado continuar con su aprendizaje en la modalidad a distancia.
Respecto a los motivos que argumentan aquellas personas que decidieron no enviar a sus hijas o hijos a la escuela, el profesor Salas recalcó que la mayoría de ellos lo hace debido al temor a contagiarse de COVID-19, en especial debido a alguna experiencia personal que han tenido durante la pandemia.
“Ha habido renuencia porque hay papás que dicen, ‘no pues es que a mi me pegó duro la COVID y fallecieron familiares, entonces no quiero mandarlo’; entonces siempre hay renuencia aquí y hay muchos temores, pero nuestra labor aquí es convencer a los que no quieren todavía”, apuntó.
El docente también recalcó que el cambio de la modalidad presencial a distancia, obligado por la pandemia de COVID-19, ha tenido un gran impacto en las calificaciones de las y los estudiantes, tanto positivo como negativo, siendo estos últimos la mayoría de los casos.
De acuerdo con sus observaciones, algunas alumnas y alumnos que tenían buenas calificaciones hasta antes del confinamiento bajaron de promedio al cambiar al modelo; por el contrario, hubo a otros a los que “les fascinó” trabajar desde casa.
Finalmente, insistió en que no existe un mayor riesgo para los menores al regresar a clases presenciales, pues hasta el momento no se han registrado brotes de la enfermedad, al menos es dicha escuela; además de que, afirmó, los maestros están más con este nuevo modelo de enseñanza con menos alumnos.
“¿Qué ha pasado? No ha pasado nada, al contrario, hasta los mismos maestros dicen que se ha estado trabajando mucho mejor con la mitad del grupo que si los tuviéramos aquí aglomerados”, recalcó.