La carne asada a la tampiqueña, más que un platillo típico de Tampico, es parte de su identidad, es un manjar que no solo fascina a los tampiqueños sino que también forma parte del menú en los restaurantes de cinco estrellas nacionales e internacionales.
El historiador de Tampico, Francisco Ramos Alcocer señaló que, aunque su creación no es originaria de esta ciudad porteña, la carne asada a la tampiqueña está inspirada en la huasteca entre Tampico, Pánuco y San Luis Potosí, puesto que su inventor, José Inés Loredo es originario de este estado vecino.
Loredo combinó diferentes ingredientes que, juntos, provocaron sabores inigualables "No es un platillo típico, va más allá de eso, es parte de su identidad... va más allá, es ícono de este puerto jaibo, pero que le da identidad, la carne asada a la tampiqueña es única y diferente, lo que proporciona una ciudad que no hay en otra", explicó Loredo.
De acuerdo con Loredo, en los restaurantes, la carne asada está sellada para identificar su originalidad. El historiador, originario de San Luis Potosí, a sus 13 años cambió su lugar de residencia al emigrar hacia Tampico, Tamaulipas en el año de 1915.
Por la falta de oportunidades para salir adelante junto a su familia, José Inés Loredo se introdujo en la gastronomía de esta ciudad porteña, y a su corta edad comenzó a trabajar en comedores en donde aprendió de la cocina lugareña, pero fue tanta su pasión que aprendió también a crear sus propios platillos. Al trabajar como mesero obtenía buenos recursos en propinas ante la bonanza petrolera, lo que superaba el sueldo de profesionistas en esta localidad.
José Inés era muy profesional y servicial, tanto que lo llevó a relacionarse con políticos, siendo invitado a formar parte de puestos públicos: fue regidor, jefe de la policía y presidente municipal de Tampico.
En el año de 1939 se va de Tampico hacia la Ciudad de México para reencontrarse con su hermano Fidel Loredo, juntos abrieron el restaurante "Tampico Club" en donde acudían artistas, intelectuales y políticos, y por supuesto, familias, estaba ubicado en la calle Juárez, en el Estado de México.
El Tampico Club estaba abierto las 24 horas del día, ahí, José Inés Loredo creó el ahora icónico platillo “carne a la tampiqueña”, que consiste en una pieza de carne asada como elemento principal, hecha a base de algunos "simbolismos".
Se sirve en un plato oval que representa la zona huasteca, un filete de carne asada que representa al Río Pánuco, se acompaña con enchiladas verdes alusivas a los campos del estado potosino, ahora también se puede acompañar con enchiladas rojas y frijoles que representa la tierra fértil y también se le agrega queso y hasta guacamole. Inicialmente este platillo se llamó "almuerzo huasteco" en honor a las raíces de su autor.
José Inés Loredo, ha sido un personaje que ha marcado la historia de la gastronomía en México. Ramos Alcocer indica que quizá la carne asada a la tampiqueña creada como una poesía, bajo la inspiración de Loredo, fue solo una leyenda, pues hay versiones que la contradicen al asegurar que fue creada con los ingredientes que tenían en la cocina en ese momento, pero es un hecho que forma parte de la identidad de Tampico que enaltece a la ciudad en el mundo.
Otros platillos típicos que se pueden degustar al visitar Tampico, son los elaborados con productos del mar, las clásicas empanadas de camarón, jaibas rellenas, ceviche de lisa o pescado frito. También los típicos de la huasteca como bocoles, tamales, duquesas, sin faltar la clásica torta de la barda.
En Tampico se acostumbra tomar el agua de huapilla, hecha con piña. Por las noches se pueden encontrar los famosos tacos de trompo, cecina y antojitos típicos mexicanos. Estos últimos acompañados de plátanos fritos. Hay dulces típicos de la zona como pemoles, gorditas de harina, enamorados y cocadas.