Con la llegada del taekwondo, México sueña con una medalla. Nuestro corazón se rompió con la pronta y polémica eliminación de Daniela Souza, pero Carlos Sansores estaba listo para su revancha olímpica y estaba tan confiado que entró como luchador a su primera victoria olímpica en París 2024.
El mexicano entró con el peto rojo al tatami parisino para buscar lo que no consiguió en Tokio 2020: ganar en su primer duelo. Hace 3 años cayó ante el croata Ivan Sapina con un marcador 4-6; con 1.94 de altura y 26 años ahora en París, parece que la lección estaba aprendida.
Carlos enfrentó al veterano Paivou Johnouario Homis, de Guinea-Bissau y no tuvo piedad. Sansores entró al tatami con una linda máscara blanca y cuando la cámara lo enfocó, señaló la bandera de México. Desde ahí iba ganando y demostró su confianza cuando al primer golpe, impuso autoridad y luego ganó 8-1.
Para la segunda manga, el atleta mexicano repitió la dosis con un 7-1 y así se metió a los cuartos de final, en dos de tres rounds y tras la tristeza que significó la aventura en Tokio, quiere una presea en el cuello.
"Qué mejor que saliendo lo más mexicano que se pueda. Estoy orgulloso de mi país; desde niño me gustan las luchas; así salí y no me dijeron nada. Si no salgo con la máscara, es que ya no me dejaron", dijo Sansores a las cámaras de TUDN.