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Los ausentes afectan al bolsillo de la organización

Más allá del propio gusto por el fútbol, las aficiones mexicana y estadounidense, parecen empezar a entender que sus respectivos equipos no están para competencias de alto nivel.

Créditos: Especial / Reuters
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Están listos los cuartos de final de la Copa América con un par de cruces inéditos y otros que parecen desnivelados; Canadá y Panamá contarán con su primera aparición en esta instancia, para los canadienses es un buen logró al ser su primera aparición en el torneo continental, mientras que, siendo la segunda para los canaleros, también dan un gran paso al pasar de la fase de grupos. Las únicas dos selecciones sobrevivientes de CONCACAF en el torneo, no tendrán una tarea sencilla en la primera ronda de eliminación directa; Canadá enfrentará a Venezuela y Panamá se medirá ante Colombia, los dos seleccionados sudamericanos ya ganaron a rivales de CONCACAF, por estadística, podrían repetir, pero en el fútbol nada está escrito. Aunque la realidad muestra que las selecciones del área de Norte América y el Caribe no pasan por el mejor momento; la eliminación de Estados Unidos y México es una clara señal del mal paso en el que se encuentra el balompié de la zona; a pesar de que los grupos en los que estaban colocadas las dos selecciones eliminados parecían a modo para seguir avanzando, ninguna de las dos logró este objetivo.

Los organizadores del torneo deben estar preocupados, por un lado uno de los equipos que más afición convocaba a las tribunas, no estará más en competencia; México fue el segundo país que más aficionados llevó a las gradas, solo detrás de Argentina, la parcialidad mexicana siempre responde cuando se juega en territorio estadounidense, muchos paisanos pagan sus boletos, y el de sus familias, para ver a la Selección Nacional, aunque esta vez los argentinos han sido más, la ilusión de ver a su selección campeona del mundo en el país al que han llegado para tener mejores oportunidades, resultó inmejorable. Para la organización, es un foco rojo que la selección anfitriona no haya tenido el arrastre suficiente en sus presentaciones; Estados Unidos fue el quinto equipo en convocar espectadores a sus encuentros, por debajo de Colombia y Brasil, lo que supone que los aficionados estadounidenses aún no se identifican por completo con su selección o, incluso, con el propio fútbol. Algo que prende las alarmas de cara al Mundial que se jugará, en su mayoría en ese país. Los números para el resto de selecciones tampoco han sido halagadoras, el partido entre Venezuela y Ecuador en fase de grupos, solo presentó 29 864 personas, cuando jugaron en un estadio con un aforo total de 68 500 entradas, es decir, menos de la mitad.

Más allá del propio gusto por el fútbol, las aficiones mexicana y estadounidense, parecen empezar a entender que sus respectivos equipos no están para competencias de alto nivel; aunque por lapsos se dividen el dominio en la zona de CONCACAF, se encuentran con una dura realidad cuando les ponen a competir contra selecciones de mayor jerarquía internacional; los partidos de preparación para las dos selecciones del Norte del continente, parecieron un augurio de lo que se podrían encontrar en Copa América al enfrentar selecciones fuera de su zona de competencia. Estados Unidos recibió una goliza contra Colombia, 1-5, en su primer partido de preparación, mientras que México cayó 0-4 contra Uruguay; los dos rivales de CONMEBOL son serios aspirantes al título continental de esta edición, incluso por encima de Brasil, que no anda bien, ni en las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de 2026, ni en la actual Copa América en la que clasificó segundo de grupo a cuartos de final, en donde se enfrentará a Uruguay, contra quien ya perdió en su partido de ida por el boleto a Copa del Mundo.

La Copa América 2024 ha mostrado algunas inconformidades de los participantes, desde el tamaño de las canchas, con las medidas más pequeñas permitidas oficialmente, el mismo estado del césped, hasta la afluencia a los estadios que se ven afectadas por las políticas migratorias del país anfitrión; además de temas como el arbitraje y la aplicación adecuada y a tiempo de VAR en disoluciones como fueras de lugar o manos sancionables dentro del área de los 16.50; en general, el torneo se ha visto afectado ante las críticas contundentes a la organización y el estado del terreno de juego. El fracaso y salida devastadora de dos de las selecciones que dominaban el área de CONCACAF, ha sido un duro golpe para sus respectivas aficiones, pero también para los números finales del cierre de caja, pues la organización, y directivos, hacían las alegres cuentas, suponiendo que  tanto México como Estados Unidos, llegarían, por lo menos, a semifinales.