Opinión

COPA AMÉRICA

El futbol se mancha con la violencia

Preocupa lo sucedido en las gradas del estadio en Charlotte; con un Mundial casi en la puerta resulta incomprensible que no haya habido una prevención para que no sucediera la locura que se desató en las gradas.

Créditos: EFE
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La Copa América 2024 ha quedado marcada por uno de los episodios más incomprensibles que se han dado en el fútbol en mucho tiempo; al terminar el partido de semifinal entre las selecciones de Colombia y Uruguay, una parcialidad de estas aficiones se vio involucradas en un connato de bronca, ya fuera porque unos no supieron perder, o porque los otros no supieron ganar, las dos razones igual de reprobables, pues nada debe conducir a la violencia. Todo habría pasado como una riña más entre aficionados, de no ser porque en un sector de esa tribuna, hacia una escalera que conectaba con el campo de juego, se encontraban las familias, incluidos esposas e hijos pequeños, de los jugadores uruguayos, por lo que estos al no ver una respuesta de la seguridad del estadio saltaron a la grada para defender a sus familiares, en un acto desesperado y que les traerá consecuencias graves, ya sea a nivel de clubes o sanciones de alguno de los organismos institucionales del fútbol.

Más allá de lo reprobable del propio acto, acá hay que cuestionar el papel de la organización de la Copa en territorio estadounidense. Claramente en este país están acostumbrados, en sus distintos eventos deportivos, que son muchos, a cierto comportamiento, aquel que sigue las indicaciones y en los que en muy pocas veces se ven algún tipo de acciones que pongan en riesgo la integridad de los asistentes a estadios, consientes de las consecuencias que puede haber o simplemente porque entienden de otra manera las emociones que se despiertan en un encuentro de esta naturaleza. Lo que queda al descubierto es la nula sensibilidad de los organizadores al haber juntado a dos aficiones rivales en un mismo espacio, lo poco que saben del fervor del fanático latinoamericano y la necesidad de tener una seguridad en los estadios capaz de contener a una turba multitudinaria.

Los noventa minutos de juego fueron un partido en el que se demostró que Colombia está en un gran nivel; Uruguay parecía un contendiente firme al título de esta edición de Copa América, pero o que podían asegurar esto, no conocían o no se habían percatado de la capacidad del equipo colombiano. La selección del país cafetalero, cuenta más de 25 partidos sin conocer la derrota, recuperando a uno de sus mejores jugadores, James Rodríguez, y proyectando a otros con una calidad superlativa, el torneo que han jugado Luis Díaz y Richard Ríos es más que destacable, uno en el ataque y el otro en funciones de contención. Pero el gran desempeño de los colombianos se puede entender de manera sencilla en términos de fútbol; tienen más de 50 jugadores participando en ligas fuera de su país, en su competencia local hay ascenso y descenso, un límite de jugadores extranjeros en el plantel y en el campo, hay libertad para los jóvenes jugadores de salir de su liga sin que se les adjudiquen precios impagables para retenerles, 25 de los 26 convocados a Copa América no juegan en su país. Los resultados están a la vista, la Selección Colombia es la próxima finalista del torneo continental más antiguo del mundo.

La otra selección finalista es la argentina, que tuvo un paso sencillo para llegar al último partido, su grupo no fue de gran exigencia; Perú y Chile pasan por un mal momento y las dos victorias sobre Canadá eran de esperarse; en CONCACAF no hay nivel para competir contra las selecciones de jerarquía internacional. Sin tener un futbol luminoso, Argentina se colocó en una final con partidos que no despertaron grandes emociones, sus máximas estrellas, Messi y Di María, ya no están en el pleno de su carrera, se notó en el cobró de penal que el 10 de la albiceleste intentó cobrar a lo Panenka peor erró el tiro, mientras el Fideo ha perdido agilidad para el regate, la Pulga no corre en el campo y se le ve pasivo, marcó el segundo gol contra el equipo canadiense, pero como se dice en el fútbol callejero, por estar de cazagoles. Argentina se enfrentará a su peor escenario posible, si Colombia se concentra en jugar y no cae en el posible juego canchero de los argentinos, como casi lo hace con Uruguay, tiene grandes posibilidades de arrebatarle al campeón vigente la corona de la Copa América.

Preocupa lo sucedido en las gradas del estadio en Charlotte; con un Mundial casi en la puerta resulta incomprensible que en un país donde la policía y la seguridad son prioridad, no haya habido una prevención para que no sucediera la locura que se desató en las gradas. La organización de esta Copa América ha dejado mucho que desear y cabe la pregunta si Estados Unidos está preparado par recibir un Mundial en el que habrá más selecciones, y sus respectivas aficiones, que nunca habían participado en una Copa del Mundo y en donde las emociones estarán más que a flor de piel.