¿Quién es Echeverría?
Fue la pregunta que muchos jóvenes y menores de edad le hicieron a sus padres y abuelos el sábado por la mañana.
Te podría interesar
Ese día, se apagó el eco de un mundo pasado, que no termina de irse, que sigue presente y su influencia se nota.
Para las juventudes el nombre de Echeverría es intrascendente, desconocido. Pero su legado, tanto el negativo como el positivo, más grande el primero que el segundo, sigue influyendo en su vida. Aunque no lo sepan.
Te podría interesar
La UAM, Baja California Sur, Quintana Roo, también el Infonavit y el Fonacot, son parte del legado institucional del último de los nacionalistas revolucionarios del siglo XX.
Con Echeverría iniciaron las crisis sexenales, las devaluaciones masivas del peso. También, paradójicamente, el principio del final del PRI.
Aunque su sexenio terminó hace 46 años y el PRI gobernó ininterrumpidamente hasta el 2000... y luego regresó con Peña Nieto en el 2012, fue en el echeverrismo donde el tricolor se resquebrajó para siempre.
El autoritarismo y la represión del echeverrismo, cuya mano ordenó las masacres del 68 y el 71, sentó las bases de la transición democrática del país, mientras que la sucesión presidencial, donde José López Portillo llegó a Los Pinos sin ningún rival que se le opusiera en las boletas electorales, incidió en la reforma electoral de Reyes Heroles de 1977.
Asimismo, la crisis y el conflicto con los empresarios durante el echeverrismo, quienes le tumbaron su reforma fiscal, allanaron el camino para la instauración del neoliberalismo en México. Régimen que se resiste a morir, aunque desde Palacio Nacional se diga hoy en día lo contrario.
Con Echeverría el PRI empezó a morir... aunque todavía agoniza.
Su actual dirigente cuenta con investigaciones abiertas tanto a nivel federal como local. Es probable que en las siguientes semanas se emita orden de aprehensión en su contra.
Y no sólo 'Alito' Moreno está en apuros. El último de los presidentes priistas, Enrique Peña Nieto, también es investigado por lavado de dinero.
El PRI agoniza... aunque quizá nunca muera. Como Echeverría, su estela de influencia durará durante décadas. Quizá durante siglos.
La zombieficación de la política nacional.