En los mercados y centrales de abasto de México, los compradores han notado con preocupación el alza desmesurada de los precios de frutas y verduras.
Lo que en un principio parecía un simple ajuste inflacionario, ahora se revela como una consecuencia directa de la creciente influencia del crimen organizado en la industria agrícola.
La presencia de los cárteles en el país ya no se limita a actividades como el narcotráfico, secuestro o lavado de dinero. En su expansión, han encontrado nuevas formas de obtener ganancias a través de la extorsión en sectores insospechados, incluyendo el agrícola.
Desde pepenadores hasta grandes productores, todos son vulnerables a estas prácticas, lo que ha provocado un aumento considerable en los precios de productos básicos.
Te podría interesar
El aguacate, la naranja y el limón: los más afectados
Uno de los primeros productos en sufrir las consecuencias de esta "narcoinflación" fue el aguacate. Los estados clave en la producción de este fruto se han visto particularmente afectados.
Según Insight Crime, los cárteles extorsionan a los productores en cada etapa de la cadena de valor, desde el cultivo hasta la distribución.
Esta situación ha llevado a que el precio del aguacate suba un 40% en los últimos meses, de acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC).
Pero el aguacate no es el único producto afectado. El precio del limón también ha alcanzado niveles alarmantes, con un costo de hasta 50 pesos por kilo. Mientras que al productor se le paga tan solo 7.40 pesos por kilo, el consumidor final termina desembolsando hasta 32 pesos.
Los productores de este cítrico viven una constante incertidumbre, pues la presencia del crimen organizado no solo afecta su seguridad, sino también sus ingresos, y es que les solicitan 'cuotas' de hasta el 70% de sus ganacias, lo cual golpea directamente sus finanzas personales.
El precio de la naranja es otro que se ha visto afectado, y es que aunque este sube debido a su temporada baja, lo cierto es que detrás de su producción también hay extorsiones.
. “Nuestros proveedores tienen que pagar una cuota (una tarifa de extorsión) y nos pasan el precio a nosotros, y luego terminas pagando más en la calle”, dijo un mayorista de la Central de Abasto de la CDMX al medio CrashOut.
Esto, por ende, provoca que el jugo de naranja incremente su costo, en algunos lugares de la Ciudad de México el litro alcanza los 40 o incluso 80 pesos.
Es así como el crimen organizado se ha instalado en las cadenas de producción del aguacate, limón, y naranja, dejando afectaciones económicas en cada una de las etapas por las que pasa una fruta o verdura antes de ser ofertada a la sociedad en general.
¡Sigue a Grupo Fórmula en X!