La inseguridad y la violencia en México han derivado en que, por años, miles de personas se vean obligadas a desplazarse a otras entidades o países para buscar una mejor vida. Ejemplo de ellos son los estados de Colima, Guanajuato, Jalisco y Michoacán, localidades que viven condiciones que motivan la migración y se repiten también a lo largo y ancho del país.
De acuerdo con el reporte del Consejo Nacional de Población (Conapo), "La situación del desplazamiento forzado interno en la región centro-occidente de México", en estas cuatro entidades se presentan fenómenos de personas en desplazamiento por violencia de alto impacto, obras de infraestructura, usurpación de tierras y recursos o hasta condiciones ambientales complejas
Michoacán es un claro ejemplo de una entidad de expulsión, según la Conapo, dado que el fenómeno frecuente es la migración internacional y el alto números de personas que viajan al norte con el fin de encontrar asilo político en Estados Unidos o quedarse en Baja California.
El desplazamiento forzado en esta entidad se masificó a partir de 2019 “cuando se intensificó la lucha entre el CJNG (Cártel Jalisco Nueva Generación) y Cárteles Unidos por el control de la zona”, sobre todo fue desde entonces que productores agrícolas comenzaron a sufrir extorsiones y amenazas del crimen organizado.
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Hoy en día, este tipo de situaciones se han exacervado en el país. Este 12 de agosto, tres limoneros fueron asesinados en Tepalcatepec, Michoacán, un municipio dedicado a la siembra de este producto y que vive asediado por el crimen organizado.
A esta situación se le une también temas como la desaparición forzada y la migración educativa, que, aunque parecen alejadas, ambas se relacionan con la intención o de evitar ser víctima de esos crímenes o ser reclutado por la delincuencia.
Violencia, una causa común en el desplazamiento
Sin duda, el crimen organizado ha logrado extenderse a lo largo y ancho del país. La Conapo recalcó que estados como Guanajuato, que representan vías de comunicación para actividades delictivas se ven asediados por diferentes cárteles.
Aunque muchas personas migran por la violencia, muchas otras se ven obligada a quedarse. En Guanajuato es el Cártel Santa Rosa de Lima quien mantenía el control de la entidad. “Sin embargo, el Cártel Jalisco Nueva Generación, se instaura en el estado bajo la apariencia ‘positiva’ de neutralizar al cártel rival existente, como una estrategia para ganar aceptación en la zona”, señalaron
Mientras tanto, Colima se ha visto azotado por la violencia, aunque principalmente relacionado con el trasiego de armas y la venta de drogas. En esta entidad se encuentra el puerto de Manzanillo, una zona estratégica donde las autoridades han identificado la entrada de fentanilo vía marítima, un escenario que se reproduce en otros puertos mexicanos.
Por otro lado, en Jalisco se ha vuelto claro el control del CJNG con delitos como el cobro de piso, la intimidación y violencia física contra los comerciales orillan a las personas al desplazamiento.
“La siguiente estrategia es el asesinato o desaparición forzada del integrante líder. Por último, arrebatan la propiedad a los dueños legítimos y los obligan a desplazarse”, se lee en el reporte.
El narcotráfico se ha infiltrado en todo el país. De hecho la inseguridad ya ha dejado de reportarse solo en las periferias y cada vez es más frecuente en las áreas urbanizadas. Finalmente, los escenarios en estas cuatro entidades reflejan aquellas problemáticas que orillan a decenas de mexicanos a buscar una mejor vida lejos de los hogares que los vieron nacer.