El 11 de agosto de 2023, cinco jóvenes desaparecieron en el municipio Lagos de Moreno, en Jalisco, el estado con más personas desaparecidas en lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Los jóvenes viajaban en dos vehículos, uno de ellos encontrado calcinado por completo y con restos humanos en la carretera de Lagos de Moreno a Encarnación de Díaz. Hasta ahora sin confirmación pública de que sean Dante Cedillo Hernández, Diego Alberto Lara Santoyo, Jaime Adolfo Martínez Miranda, Roberto Olmeda Cuéllar o Uriel Galván González
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, aseguró que la desaparición de los jóvenes estaba relacionada con el crimen organizado, sin mencionar a alguno en específico. Los familiares de las víctimas, mientras tanto, protestaron fuera de la Fiscalía General del Estado para exigir respuestas sobre el paradero de sus hijos.
Los jóvenes que desaparecieron en Jalisco
Las autoridades dieron a conocer que los jóvenes tienen entre 19 y 22 años de edad, con estaturas de entre el 1.60 y 1.80 metros. Hay pocas pistas públicas de su paradero. Además del auto calcinado, imágenes en redes sociales han relacionado su desaparición a grupos criminales en la zona.
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Diego Alberto Lara Santoyo
Diego Lara es un joven de 20 años, con cabello negro, corto y ondulado. Mide un metro y 77 centímetros y trabaja en una herrería. El 11 de agosto llevaba una playera blanca de manga larga, un pantalón de mezclilla rasgado y tenis blanco.
“Su familia lo describe como ‘un chico muy alegre y muy vacilador”. Estaba orgulloso de su coche, un Volkswagen Jetta en color café…’”, señalaron activistas de la Glorieta de las y los Desaparecidos en redes.
Para identificarlo, sus familiares informaron a la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de Jalisco que Diego tiene cicatrices en ambos brazos que parecen manchas.
Su hermana, Magaly Lara, dio a conocer que, contrario a lo que se ha dicho, el joven estaba en casa de su novia el día de la desaparición. A las 22:55 horas dejaron de tener contacto con él, mientras regresaba a su domicilio en un Jetta color café.
"El trayecto de la casa de su novia a la nuestra no es largo, por lo que se nos hizo raro. Los cinco jóvenes eran muy amigos", dijo en entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula.
La familia Lara Santoyo denunció que tras filtrarse en redes el teléfono para informes comenzaron a recibir diversas llamadas de extorsión.
Dante Cedillo Hernández
Dante Cedillo aparece en la ficha de búsqueda con una amplia sonrisa. Tiene apenas 22 años, pero ya es ciclista profesional y ganó dos medallas en las Olimpiadas Nacionales de 2016, según dijo su hermano a El País. Gustaba de la bicicleta, la llevaba incluso el día que desapareció usando una playera negra y pantalón de mezclilla.
Además del ciclismo, Dante trabajaba en un restaurante y tenía un negocio propio. Tenía toda una vida por delante. Ahora, su familia exige su aparición con vida a las autoridades.
Roberto Carlos Olmeda Cuellar
Roberto Olmeda estudia Ingeniería Industrial en la Universidad de Guadalajara y practica boxeo. Es un hombre robusto, de 1.80 de altura con cabello negro, ondulado y corto.
Su padre, Armando Olmeda, lo describió para N + como un hombre estudioso y enfocado en su crecimiento, activo desde joven. “Tengo cuatro hijos”, comentó.
“Le gustaba el rap y la lectura, sus viajes a Puerto Vallarta y a Teotihuacán, su afición al cine y a los atardeceres”, informaron activistas de la Glorieta.
Roberto Carlos era muy cercano a los otros cuatro amigos, pero sobre todo con Uriel Galván, el más pequeño del grupo de jóvenes desaparecidos. Ambos se conocieron gracias a su gusto por el boxeo y que constantemente practicaban.
Tras su desaparición, su padre dijo a la televisora que daría de baja a Roberto de la universidad para que otra persona pudiera entrar.
Uriel Galván González
Uriel no sólo tiene la edad más corta del grupo con 19 años, es el más bajo. Mide 1.60 metros. Usaba pantalón mezclilla, tenis negros y playera blanca, se le vio por última vez en la colonia San Miguel en Lagos de Moreno, de acuerdo con su ficha de búsqueda.
Como Dante, tenía un gusto por las bicicletas inculcado por su padre, de acuerdo con activistas de la Glorieta. “Siendo muy pequeño se unió a un grupo de ciclistas en Lagos. Además practicaba boxeo con Roberto”, informaron.
Jaime Adolfo Martínez Miranda
Jaime Adolfo tiene un lunar al inferior del labio y una perforación en el lóbulo. Es de complexión delgada y era el único que usaba short y sandalias el día que desapareció junto a sus otros cuatro amigos.
Su familia, como las otras, no logró reconocer a Jaime entre los restos calcinados encontrados en Lagos de Morenos. Ellos como los demás padres exigieron en las calles la localización de sus hijos.
En entrevista con El País, su padre Jaime, Juan Martínez lo describe como un joven alegre que gusta de bailar y el más pequeño de su hermanos. Además tiene un empleo al que hasta ahora no ha podido regresar.
Pese al hallazgo del auto calcinado, hasta ahora el gobierno no ha conseguido dar con el paradero de los jóvenes. Mientras los días pasan, las familias esperan aún en casa a los hijos que la violencia les arrebató en Lagos de Moreno, Jalisco.