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La clase alta... ¿se está apoderando de la naturaleza en las ciudades?

¿Has notado que los parques y áreas verdes predominan en zonas de mayor poder adquisitivo? Esto es a consecuencia de la gentrificación verde.

Gentrificación verde se apodera de México y el mundoCréditos: TW @Santiago_Arau/Cuartoscuro
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La desigualdad social es uno de los temas que más golpea a nivel mundial, pues no todas las personas tienen acceso a las mismas condiciones de vida, algo que en los últimos años hemos visto de forma más evidente en la cantidad de parques públicos y áreas verdes.

Seguramente no has prestado atención, pero en las zonas con alto poder adquisitivo es posible apreciar una gran distribución de parques, áreas verdes, plazas públicas no comerciales, instalaciones deportivas y de recreación, mismas que son sinónimo de calidad de vida.

De esta forma los ciudadanos de las clases sociales más desfavorecidas no se benefician por igual de los efectos que el proceso de reverdecimiento atrae, al contrario, terminan siendo excluidos por el sector más poderoso de la población.

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¿Qué es la gentrificación verde?

Bueno pues lo anterior se debe a que la creación de parques y zonas verdes en los núcleos urbanos no solo se ve como una solución para atraer efectos positivos en la salud de sus residentes, sino que se han convertido en mercancías.

Esto se trata de un fenómeno llamado gentrificación verde que se refiere a que las zonas urbanas se pacifican y llenan de parques, lo que atrae una atractiva subida de precios y, en consecuencia, acaban expulsando a los colectivos sociales más vulnerables.

Dicho proceso es estudiado desde los años 80, siendo la ciudad de Londres, Inglaterra, una de las primeras entidades donde se iniciaron este tipo de análisis.

Según lo revelado por investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), las ciudades que potencian la construcción y recuperación de espacios naturales no benefician a todos los ciudadanos por igual.

La llamada gentrificación verde conlleva a que la población original de un barrio de clase media-baja o baja sea desplazada por nuevos habitantes con un mayor poder adquisitivo que llegan atraídos por la proximidad de sus hogares con nuevos parques y zonas verdes.

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Como consecuencia, el precio del alquiler y la venta de las viviendas sufren un incremento considerable, de manera que la gente más vulnerable no puede hacer frente a esos precios ni al encarecimiento de la vida, por lo que terminan por marcharse a vivir en otras zonas, menos atractivas y con una calidad de vida más baja.

En este tipo de zonas predominan los corredores verdes, conectores ambientales, parques, plazas públicas, ciclovías y otro tipo de atractivos al que solo tienen acceso las colonias con más dinero.

Según datos exhibidos en el Índice de Equidad Urbana de la Ciudad de México, hecho por World Resources Institute (WRI), las personas con mejor posición económica, tienen seis veces más oportunidades de tener acceso a un metro cuadrado de espacio público que los que padecen vulnerabilidad.

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Por lo anterior, los investigadores concluyen que la gentrificación verde no busca beneficios sociales ni el reverdecimiento de las colonias se emplea para mejorar la calidad de vida de las personas, sino son objetivos meramente económicos.

Jorge Macías, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad de WRI, señala que la falta de espacio público tiene implicaciones económicas, ya que detona actividades de mercado local; sin embargo, también tiene consecuencias sociales y psicológicas, pues los jóvenes sin acceso a espacios seguros buscan otras alternativas como la droga o la delincuencia.

La gentrificación verde es un problema que hay que tomarse con seriedad, y por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado contar con al menos nueve metros cuadrados de áreas verdes por habitante a fin de mantener una buena calidad de vida._ Con información de Universidad de Barcelona