Alrededor de 3 mil 500 migrantes que estuvieron meses en el sur de México iniciaron el domingo una caravana hacia el centro del país, buscan presionar al gobierno federal para agilizar sus trámites y transitar libremente hacia Estados Unidos sin ser detenidos.
"Como no hay negociaciones vamos a seguir caminando: México no se va, el Distrito Federal no se va y vamos a seguir creciendo como migrantes. Claro, (va a aumentar el número) hay muchos albergues, muchos pueblos en México, y la gente va a mirar la caravana y va a ir saliendo e incorporándose a la caravana", afirmó Saltiel Ordoñez, migrante de Honduras en entrevista para Radio Fórmula.
Específicamente se busca que se les entreguen permisos de libre tránsito y también autobuses que por lo menos los trasladen desde Chiapas a la Ciudad de México.
La caravana es también una forma de protesta para exigir a las autoridades que cierren las estancias migratorias del Instituto Nacional de Migración (INM) como el de Ciudad Juárez, donde a finales de marzo 40 personas murieron a causa de un incendio.
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Este lunes 23 de abril, Adán Augusto López Hernández, quien encabezó la conferencia mañanera porque el presidente AMLO tiene COVID-19, señaló que el gobierno federal ya tenía conocimiento de este caravana de alrededor de 3 mil 500 personas y que se vigilaría mediante el INM.
Por otra parte, el activista Irineo Mujica, director de Pueblos Sin Fronteras en México, anunció que seguirán presionando a la autoridad, de quien esperarán una respuesta en el barrio de Guadalupe en Huixtla, Chiapas, cosiéndose los labios y esperan llegar a 40 personas para hacer un acto simbólico que recuerde a lo que pasa en Ciudad Juárez, reportó Marco Silva 'Por la Mañana'.
Los migrantes, en su mayoría venezolanos, iniciaron la extensa caminata desde la ciudad Tapachula, fronteriza con Guatemala, y esperan llegar a Ciudad de México en al rededor de 10 días, según lo dicho por algunos participantes a Reuters.
"Yo y mi familia ya no tenemos recursos para seguir avanzando por eso nos unimos a la caravana, para más seguro y sin que nos detengan", dijo por teléfono un migrante venezolano que se identificó como Yoani.
"Si Dios nos permite vamos a llegar a Estados Unidos", agregó el joven mientras avanzaba entre miles de personas y que contó que su hija pequeña lleva varios días enferma.
*Con información de Reuters y de Marco Silva