Apenas 3 kilómetros separan la Torre de Control del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) en Santa Lucía de un camino de terracería, con intenciones de construir guarniciones, banquetas y pavimentar en el municipio de Nextlalpan. Justo frente a la tienda de R, una tolvanera se alza mientras a lo lejos la terminal aérea recuerda que el compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no se ha cumplido.
“Ustedes saben que esta obra (el Tren Maya) o la que terminaron en el Aeropuerto Felipe Ángeles son en beneficio de nuestro pueblo, de nuestro querido México. No se trata de obras con fines de lucro. Son obras verdaderamente públicas en beneficio de todos los mexicanos", lanzó el mandatario en abril pasado.
El AIFA se inauguró el 21 de marzo de 2022, hace un año, y entre los objetivos del proyecto estuvo fortalecer la competitividad de la economía regional y nacional. Sin embargo, los vecinos de localidades como Los Reyes Acozac y Xolox, en Tecámac y así como en Nextlalpan consideraron que el impacto del Felipe Ángeles en su bienestar ha sido poco si no es que incluso les ha acarreado algunas pérdidas.
Para R, dueño de una tienda a unos pocos kilómetros de la terminal aérea, la construcción y operación del AIFA no ha cambiado el entorno en que vive, mientras que su calle sigue siendo de terracería.
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"Con esto del aeropuerto era para que nos hubieran arreglado las calles que están aquí colindando", dijo.
Relató que si bien hubo fuentes del empleo durante la construcción del AIFA, se trató de empleo temporal. Mientras que entre algunas opciones, se les ofreció rentar un local comercial al interior del edificio terminal, pero el elevado costo no resultó atractivo para los pequeños comerciantes de Nextlalpan.
Además, reprochó que a pesar de estar tan cerca de la terminal aérea, llegar al lugar les lleve hasta 40 minutos y para ello tengan que dar una vuelta a prácticamente la mitad de la Base Militar.
Por ello, pidió al gobierno de AMLO que evalúe crear una vialidad que pase por Nextlalpan que conduzca al AIFA desde ese lugar, de modo que no sólo los locales puedan llegar más rápido, sino que sirva de acceso para vecinos del poniente del Estado de México y promueva que haya una mayor derrama económica en los comercios locales.
"Nos hace falta acá una entrada directa al aeropuerto, ahí sí podría ser beneficiado el municipio completo, porque viene gente de Zumpango, de Cuautitlán, tienen que atravesar el municipio. Le aseguro que todas las tiendas de la avenida serían beneficiadas, porque pasa uno y se antoja algo y no nada más eso. Les agarra de paso, pero todavía no hay esa entrada", previó.
Las obras del AIFA 'nos destruyeron' la calle
Tomás García, propietario de una tienda de abarrotes en Los Reyes Acozac, relató que la construcción del aeropuerto sólo afectó a los habitantes de la comunidad en lugar de beneficiarlos, sobre todo a quienes residen en la avenida Santa Lucía.
Esto se debe a que sobre esa calle se encuentra la puerta 9 de la Base Aérea Santa Lucía y por ahí ingresaban varios trabajadores que construyeron el AIFA y maquinaría pesada. Lo que provocó daños sobre el pavimento y desde que terminaron el proyecto prioritario de este gobierno no han regresado para arreglarla.
“Cuando ellos empezaron a trabajar, el argumento fue que nos iban a arreglar la calle al final de la terminación de la obra, pero no ha ocurrido”, señaló en entrevista con Grupo Fórmula.
Ante esta situación, los vecinos y vecinas se organizaron para acudir con la presidenta municipal de Tecámac, Mariela Gutiérrez Escalante, porque otras calles de Los Reyes Acozac sí las arreglaron, incluso las más pequeñas, sólo faltó la avenida Santa Lucía, pero ni así los ayudaron. La explicación que les dieron es que los residentes afectados no pertenecen a Morena.
El drenaje también está mal diseñado, de acuerdo con Tomás. Cuando es temporada de lluvias, la calle se inunda y no hay forma de canalizar el agua.
“Estamos abandonados inclusive todos los programas del gobierno municipal pues a nosotros no nos han tocado nos ha tocado, no les miento. Nosotros tenemos aquí más de 40 años viviendo, de esos 40 años todavía como por el 2007, 2008, por ahí fue cuando nos pavimentaron la calle y de ahí para acá ya nadie nos ha hecho caso”, comentó.
Tomás García mencionó que las personas que tienen sus casas sobre avenida Santa Lucía convocaron a una reunión y en conjunto determinaron que van a volver a solicitar que les arreglen la calle. Aunque se van a esperar hasta que pase la jornada electoral de junio, debido a que no quieren que utilicen sus credenciales para votar con otros fines.
En tanto que la señora Emilia Tapia, vecina de Los Reyes Acozac que lleva 48 años viviendo cerca de la Puerta 9 de la Base Aérea Militar, criticó que durante la construcción del AIFA, el paso de camiones de carga y muchos otros vehículos de trabajadores que ingresaron causaron daños a la calle de Santa Lucía, donde ella vive.
"El señor presidente prometió ayudar a las colonias aledañas; en nuestra calle pasaban muchos vehículos pesados, la destruyeron y no hemos visto ninguna ayuda", reprochó.
Además, contó que antes de la construcción de las instalaciones del aeropuerto, la Puerta 9 era una de las entradas principales de la Base Aérea, así que era común el tránsito de militares que salían e ingresaban, pero cuando finalizaron el proyecto aeroportuario de este sexenio ese acceso se cerró completamente. "El señor presidente pues quién sabe cuándo va a cumplir lo que dijo y si no pues ya se quedó en el olvido", sostuvo.
'Tenemos que dar la vueltezota para llegar al Mexibús'
Para Emilia Tapia, el aeropuerto sólo la benefició durante algunos meses porque la realización de las obras de construcción le llevaron más clientes a su papelería, negocio que tiene desde hace 30 años; pero cuando concluyeron los trabajos, la puerta se cerró e incluso la alejó de servicios de los que antes gozaba, por lo que sus ventas disminuyeron. Ahora sólo vende una libreta por semana.
"No hay ventas ya, en el tiempo que hubo trabajadores, no nos podemos quejar", comentó.
Otro de los problemas que tiene a raíz de este cierre es que el Mexibús, que conecta al AIFA con Ciudad Azteca, más cerca de la CDMX, está al interior de la Base Aérea; y aunque está a menos de 5 minutos caminando de su casa, la puerta cerrada la obliga a tomar un transporte que demora hasta 20 minutos para llegar a ese punto.
"Sabiendo que ahí está la parada del Mexibús, si hubiera acceso a eso nos beneficiaría. Porque no tendríamos que ir a dar la vuelta para ir a Tecámac o entrar a la base", comentó.
Dijo que cuando ha ido a consulta al interior de la Base Militar, cuya puerta está a menos de 100 metros de su casa, le toma hasta 20 minutos llegar a la estación Combustibles del Mexibús, contra los 5 minutos que le llevaba con el acceso por la Puerta 9. La cual solía mantenerse abierta desde antes de que se iniciaran las obras del aeropuerto.
El resto de sus vecinas y vecinos también fueron afectados por esta situación, aseguró Tomás García, ya que la mayoría de los residentes de la comunidad sólo caminaban unos metros para abordar el Mexibús.
Y otra para llevar a los niños y niñas a la escuela
Antes los niños y niñas entraban por la Puerta 9 para ir a las escuelas que están al interior de la Base Aérea, puesto que un camión militar los esperaba en la entrada y después los trasladaba a las instituciones educativas. Ese fue otro de los beneficios que les quitaron a las infancias de Los Reyes Acozac cuando restringieron el acceso.
"Sí nos ha afectado porque antes aquí a la puerta venía un camión militar a recoger a los niños para la escuela ahora nosotros y todos tienen que ir a dar la vuelta para entrar allá a la escuela y pues sí es un peligro para los niños, porque uno no sabe lo que puede pasar en la carretera", expresó Emilia Tapia.
Ella tiene un nieto y tras el cierre de la Puerta 9, tuvieron que buscar otras alternativas para llevar al niño a la escuela, igual que el resto de los padres y madres que pueden darle la vuelta a la Base Militar para ingresar o cambiarlos a otras escuelas que estén a una distancia menor para evitar la carretera.
'El desarrollo va a llegar después'
Comerciantes de San Lucas Xolox, otra de las comunidades de Tecámac alrededor del AIFA, confían en que el beneficio llegará. Aunque son conscientes de que no será pronto.
El señor Marcos García, quien vive en la localidad desde que nació hace 73 años, confía en que el progreso para las localidades que se ubican alrededor del aeropuerto, como la suya, va a llegar, pero no va a ser inmediato como lo prometió López Obrador, tendrán que pasar varios años.
"¿Ustedes piensan que por el aeropuerto va a venir el progreso? El progreso es a futuro ahorita la cosa está perdida", afirmó en entrevista con Grupo Fórmula.
Él es comerciante y opinó que para que haya progreso primero es necesario que el número de pasajeros que usan el Aeropuerto Felipe Ángeles incremente.
"Yo creo ni los aviones tienen pasajeros así de fácil, o sea eso es entendible de que un nuevo aeropuerto no luego luego empiece a trabajar 100%, ahorita va muy lento, pero de que va a haber beneficios, va a haber", declaró. También apuntó que durante las obras de construcción del AIFA el beneficio para su localidad fue mínima, Marcos García manifestó que los comercios que se han beneficiado principalmente son los que se encuentran sobre las autopistas Zumpango-Tecámac, así como México-Pachuca.
Los habitantes de San Lucas Xolox mencionaron que tras la inauguración del AIFA arreglaron las calles del centro, la iglesia y la Escuela Primaria Federal Primeras Luces del Progreso.
Aunque Emilia Tapia vive en la localidad de Los Reyes Acozac, ella considera que es posible que los habitantes de todas las colonias aledañas al AIFA sean beneficiadas en el futuro. Entre todos se comenta que aún falta la segunda fase del proyecto y en su caso espera que así sea o que al menos recuperen los beneficios que tenían antes.
Ejidatarios malbarataron sus terrenos para la construcción del AIFA
Para construir el AIFA, el gobierno federal compró entre 700 y 800 hectáreas a ejidatarios de San Lucas Xoloc; realizaron reuniones y les pagaron el metro cuadrado a 250 pesos, pese a que en la zona el metro cuadrado está en 1 mil pesos, de acuerdo con Marcos García.
"Yo sé que en Santa Ana, en el complejo o la zona industrial estuvieron pagando a 1 mil 200 el metro cuadrado, para acá nos han querido comprar a 1 mil pesos, yo digo que está muy barato. Si van a venir industriales de China, Japón, Estados Unidos y que nos paguen a 1 mil pesos, debería ser a 5 mil pesos y aún así a 1 mil pesos salimos de la pobreza", añadió.
El comerciante dijo que aunque les pagaran a 1 mil pesos el metro cuadrado, les alcanzaría para salir "de la pobreza" porque cada ejidatario tiene alrededor de dos hectáreas y media.
"La cosa está muy triste, mucha gente piensa que con el aeropuerto ya, si no funciona el aeropuerto, por ejemplo los gringos que quieran poner una industria no van a querer pagar al precio de nosotros. Le digo a mis hijos, siquiera para salirme a pasear, a conocer México, conocer parte de la República Mexicana", destacó.
A Marcos García le gustaría vender sus tierras a un precio justo, aprovechar ese dinero para viajar los años que le restan de vida y asegurar el futuro de su familia. Como él, la mayoría de las personas que tienen negocios y tierras llevan toda su vida en sus comunidades, conocen su historia desde que se construyeron las primeras casas y han presenciado el crecimiento de la zona que actualmente está detenido ni el AIFA logró activarlo.