Juan Pablo Badillo Soto se ostenta como apoderado legal de Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera desde 1996. Y cuando lo dice, lo hace con papel en mano: cuenta con un poder notarial que así lo hace constar en que el capo sinaloense le otorga la potestad de su representación para pleitos legales.
El papel, fechado el 29 de febrero del bisiesto 1996 en Tonalá, municipio vecino de El Salto, donde se encuentra la prisión de Puente Grande, de la que se fugó “El Chapo” en 2001, tras la llegada del PAN al gobierno federal, enuncia que es un poder general judicial para pleitos y cobranzas.
El abogado duranguense mantiene actualmente la lucha legal en México en que denuncia irregularidades en la extradición del capo mexicano a Estados Unidos en 2017; y desde entonces, ha promovido diversos recursos para invalidar ese acto y traerlo de vuelta al país.
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Ello a pesar de que en 2019, un juez resolvió que dentro del expediente 709/2019 que el propio Guzmán Loera no los reconoció a él y a su colaborador José Luis González Meza como abogados; esto con base en un escrito enviado en 2016 por el cual "El Chapo" solicitó tomar como no presentada una demanda de amparo contra su extradición a EU.
Por ello, Badillo Soto afirma que es "abogado defensor del ciudadano, el Señor Joaquín Archivaldo Guzmán Loera. En cuanto a que hay otro abogado que también dice ser el abogado defensor, es cuestión nada más de demostrarlo con documentos", sostiene en entrevista para Grupo Fórmula.
Apenas la semana pasada, otro abogado, José Refugio Rodríguez, dio a conocer en Radio Fórmula un mensaje de "El Chapo" desde la prisión de máxima seguridad de Colorado, donde está desde hace más de 2 años y purga una pena de cadena perpetua más 30 años.
Y por la situación que vive, que describió como "indigna", pues no ve la luz del sol y está prácticamente incomunicado, pidió al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que lo ayude a estar de vuelta en el país.
A eso mismo se ha dedicado Badillo Soto los últimos 5 años. De hecho, apenas a principios de enero, dirigió una carta al presidente de EU, Joe Biden, en su visita a México, para solicitar que se considere la vuelta de Joaquín Guzmán Loera al país.
El documento fue entregado además a la Fiscalía General de la República (FGR), la Oficina de la Presidencia y la Cancillería, aunque aún no le han dado respuesta.
"Sin contemplar las consecuencias legales que ello a generado lo condujeron entregaron una tercera Corte Federal del distrito este en Brooklyn, Nueva York, que fue totalmente extraña al procedimiento de extradición, ya que no lo había requerido en ninguna de las formas que exige la Ley de Extradición internacional ni cumplido los protocolos exigidos en los tratados y convenios sobre extradición celebrados entre México y los Estados Unidos de Norteamérica", reza el documento.
Dicho texto cuenta con sellos de las distintas dependencias que lo recibieron durante la primera semana de 2023. Por lo que insiste en que él es el abogado defensor de "El Chapo" en México.
Esos mismos argumentos fueron presentados a principios de mes ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, misma que le respondió al abogado que para dar trámite a su solicitud, primero debe acreditar su personalidad como abogado de "El Chapo".
En un exhorto enviado a la Presidencia de la República en septiembre de 2019 también en reclamo de su extradición, y que cuenta con una firma de Guzmán Loera, se lee: "Los señores Juan Pablo Badillo Soto y Óscar Manuel Gómez Núñez, en mi defensa han sido y son mis más leales, prudentes y diligentes defensores".
La versión de Badillo Soto refiere que la última vez que pudo hablar con "El Chapo" fue hacia finales de 2016, semanas antes de que fuera extraditado a Estados Unidos, donde permanece recluido desde hace 6 años.
En esa conversación, lo último que le pudo comentar al “señor”, como él lo llama, fue que en caso de que lo extraditaran, se declarara “no culpable”.
“Not guilty”, le dijo en inglés. Porque como coinciden los dos abogados que defienden a Guzmán Loera, "El Chapo" no sabe inglés. Hoy, Badillo Soto reclama que se le reconozca como el defensor de quien él considera su amigo.
Hace unos 7 años, Badillo Soto apareció en distintos medios entrevistado como el defensor de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera tras su recaptura primero en Mazatlán en febrero de 2014, y su posterior fuga en agosto de 2015 del penal del Altiplano. Fue por esos años también que José Refugio Rodríguez se sumó a las tareas de defensa de Guzmán Loera.
¿Cómo conoció a 'El Chapo'?
Badillo dice que conoció a "El Chapo" en 1992, cuando un amigo suyo, Raúl Díaz Ledesma, le propuso reunirse con un joven que tenía interés en conocerle.
“Es un chavo jovencito. Él dice que sabe que tú eres un abogado bla, bla, bla”, recuerda Badillo que le dijo Díaz Ledesma.
Entonces Joaquín Guzmán Loera tenía unos 35 años. El abogado Badillo Soto recuerda que esa persona que los recibió en su casa en Durango vestía sencillo, con unas chancletas y en shorts. Ese día los invitó a desayunar lo que el abogado define como comida de sábado: barbacoa.
Además de ellos tres, dice, estuvo presente Alejandrina Salazar, primera esposa de "El Chapo". El encuentro, asegura el litigante, duró casi 5 horas, hasta por ahí de las 3 de la tarde tras una larga plática informal sin llegar a nada concreto.
Sin embargo, la relación se consolidó meses después, cuando una madrugada, recibió una llamada a su teléfono particular. Había habido un problema en Tijuana, y “El Chapo“ lo necesitaba ahí. Badillo, dudoso, le dijo que lo intentaría por un vuelo comercial que pasaba por Durango, Mazatlán, La Paz y Tijuana. Pero que le llevaría prácticamente todo el día.
Entonces Guzmán Loera lo apremió. “No, yo quiero que esté ya. Le mando una 'troquita' para que pase por usted”, le dijo.
Luego, relata el abogado, le mandó una avioneta que pasó a recogerlo todavía de madrugada. Llegando allá, dice Badillo que el “señor” le requirió sus servicios, había varios detenidos. Y él presume que los logró liberar en menos de 24 horas. Fue entonces que Guzmán Loera, afirma Badillo, le confió su defensa.
Por eso, años después, tras su detención en Guatemala y su primera estancia en el penal de Almoloya, y su posterior traslado al penal de Puente Grande, en Jalisco, dice el abogado duranguense que Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera le concedió el amplio poder notarial con que se ostenta como el abogado del “Rápido”, “Max Aragón”, “El Arquitecto” o simplemente “El señor”.
Esos y otros son los sobrenombres que se leen en documentos compartidos por el abogado con Grupo Fórmula sobre la extradición a EU en enero de 2017 del hoy preso del penal de máxima seguridad ADX de Colorado, el también conocido como Joaquín o también Joaquín Archivaldo “El Chapo” Guzmán Loera. Y a quien dice el abogado Juan Pablo Badillo Soto, busca ayudar legalmente para traer de regreso a México.