El pasado domingo el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la intención de crear una empresa que quede a cargo de la Secretaría de Marina para la gestión de algunos aeropuertos y puertos en Sonora. No es la primera vez que AMLO habla sobre crear empresas que dependan de las Fuerzas Armadas en México y que se encarguen de proyectos u obras en la actual administración, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y el Tren Maya.
Para comenzar está la constitución de la empresa de participación estatal mayoritaria llamada Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, S.A. de C.V., agrupada en un sector coordinado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Este grupo de acuerdo con lo publicado en abril pasado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) vería lo relacionado con el Tren Maya y 4 aeropuertos internacionales: Felipe Ángeles (AIFA), en Santa Lucía, el de Palenque, en Chiapas, y Chetumal y Tulum, en Quintana Roo.
Incluso después AMLO dijo que el avión presidencial que el gobierno ha puesto a la venta se iba a dejar bajo la gestión de esta empresa y con miras a rentarlo para vuelos.
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En julio pasado la organización México Cómo Vamos estimó que el valor de la inversión realizada con recursos públicos por este grupo ascendió a 305 mil millones de pesos, ello con base en solicitudes de transparencia, revisiones de informes de la Secretaría de Hacienda, de declaraciones de funcionarios y páginas oficiales de los proyectos de gobierno.
En tanto que para la Secretaría de Marina este mes se publicó en el DOF la relación de empresas paraestatales de la Administración Pública Federal y en las que se detalla la relación de esta dependencia con 16 puertos, mismos cuyo presupuesto se estableció desde el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022.
Ello debido a que aparece como responsable de empresas que administran los puertos de:
- Altamira, Tamaulipas
- Coatzacoalcos, Veracruz
- Dos Bocas, Tabasco
- Ensenada, Baja California
- Guaymas, Sonora
- Lázaro Cárdenas, Michoacán
- Manzanillo, Colima
- Mazatlán, Sinaloa
- Progreso, Yucatán
- Puerto Chiapas, Chiapas
- Puerto Vallarta, Jalisco
- Salina Cruz, Oaxaca
- Tampico, Tamaulipas
- Topolobampo, Sinaloa
- Tuxpan, Veracruz
- Veracruz.
En el caso de Sonora, AMLO anunció la decisión de constituir una empresa que esté bajo gestión de la Marina y con la que verá lo relacionado con los aeropuertos de Obregón y Guaymas, así como la modernización del puerto de esta última ciudad y la instalación de una planta de licuefacción.
En tanto que para el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, con el que se pretende conectar al Golfo de México y al océano Pacífico, también está el plan de que sea operado por una empresa de la Marina.
En julio pasado el portal Forbes publicó con base en documentos del gobierno a los que tuvo acceso que Marina contratará a empresas privadas para cada obra del Corredor Transístmico, pero que una vez que esté lista, la dependencia será encargada de administrar y operar el corredor comercial.
Otras tareas del Ejército y la Marina en el sexenio de AMLO
Si bien, estas se tratan de empresas que están o buscarán quedar bajo el cargo de las Fuerzas Armadas, desde el inicio del sexenio de AMLO se han encargado más tareas al Ejército y Marina fuera de funciones de seguridad.
Por ejemplo, a principios del 2020 anunció que el Ejército se encargaría de la construcción de 2 mil 700 sucursales del Banco del Bienestar para hacer entrega de recursos de programas sociales.
En febrero de este año también anunció la intención de que el Ejército se hiciera cargo en Tijuana de la construcción de un segundo piso así como de la construcción de una aduana en Otay.
Durante la emergencia sanitaria, también encargó a Fuerzas Armadas la remodelación y administración de algunos hospitales, y han estado presentes en tareas de distribución y aplicación de vacunas contra el COVID-19.
Con ello han aumentado las tareas de las Fuerzas Armadas (Ejército, Fuerza Área y Marina) en trabajos civiles desde que AMLO llegó al poder, así como la gestión de empresas a su cargo que ven por proyectos del gobierno federal, como pasó con el AIFA o el Tren Maya.