El Protocolo de Estambul es un manual de carácter internacional que adoptó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1999 para investigar y documentar de forma eficaz la tortura; así como otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes para “examinar” a las personas que hayan sido víctimas de estas y presentar los resultados a los órganos judiciales.
En su elaboración intervinieron más de 75 especialistas en derecho, salud y derechos humanos que formaban parte de 40 organizaciones o instituciones de 15 países diferentes.
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El pasado 29 de junio, luego de 6 años de investigación, el Protocolo de Estambul fue actualizado y en la nueva versión participaron más de 180 personas expertas en el combate a la tortura de 51 países.
El objetivo de la actualización del Protocolo de Estambul es fortalecer las normas internacionales y las herramientas preventivas para ayudar a las víctimas de tortura a nivel mundial, de acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
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¿Cuáles fueron los cambios en el Protocolo de Estambul?
La ONU agregó precisiones en la definición y alcance de la tortura y los malos tratos, de acuerdo con el Centro de Justicia para el Desarrollo y la Paz (CEPAD). Asimismo, actualizó las obligaciones éticas para las y los profesionales del derecho y la salud del Protocolo de Estambul.
Además, incluyó la descripción de mejores prácticas para la investigación legal de la tortura y malos tratos. También adicionó una nueva guía para jueces, fiscales y otros actores involucrados en el proceso de documentar, investigar y reparación integral.
Adicionalmente se presentaron prácticas actualizadas para las evaluaciones clínicas de la evidencia física y psicológica; igual que guías nuevas para evaluar a niños y personas LGBT+.
Los especialistas añadieron una guía clara sobre la interpretación de evidencia física y psicológica de la tortura y malos tratos. De igual forma añadieron que ahora será obligatorio emitir una conclusión para determinar si hubo tortura.
A partir de esta actualización, el Protocolo de Estambul ya cuenta con limitaciones para prevenir el uso indebido del manual; orientaciones para las y los médicos y psicólogos sobre la documentación de tortura y múltiples contextos, como centros de detención o migración.
El nuevo manual también contiene una hoja de ruta para que los Estados emprendan acciones integrales y sostenidas para implementarlo, junto con sus principios, en colaboración con actores internacionales y miembros de la sociedad civil.
¿Qué dice sobre los estándares para las personas LGBT+?
Algunas de las consideraciones que se incluyen en el Protocolo de Estambul actualizado son:
- Reconocimiento de la identidad de género: Cuando haya víctimas que se identifique con un género no binario, los entrevistadores deberán reconocer su identidad de género y usar el nombre que les indiquen o los pronombres.
- Reconocimiento de la diversidad en la orientación sexual, identidad de género y expresión de género.
- Entender que la discriminación y persecución, en algunos casos, que viven las personas LGBT+ afecta su salud mental y física.
- Conocer el contexto social, cultural y político que pudo haber influido en la salud física y mental de las víctimas LGBT+.
- Preguntar si las víctimas LGBT+ sufrieron algún tipo de abuso durante su niñez y adolescencia por su orientación sexual o identidad de género.
- Crear un entorno en el que las víctimas LGBT+ se sientan libres de explorar, discutir y revelar su orientación sexual e identidad de género.
- Entender que existe la posibilidad de que las víctimas LGBT+ no revelen su orientación sexual o identidad de género por miedo, tras experiencias previas con otras autoridades.
- Ser consciente de que las acciones individuales, percepciones y prejuicios pueden afectar las interacciones con víctimas LGBT+.
- Aplicar una perspectiva interseccional, intercultural e interreligioso; así como comprender las barreras que las personas LGBT+ enfrentan cuando pertenecen a grupos vulnerables.
- No intentar modificar la identidad de género u orientación sexual de las víctimas.
- Evitar asumir la orientación sexual, identidad de género o expresión de género de las víctimas.
Por el momento la actualización del Protocolo de Estambul sólo está disponible en inglés; sin embargo, la CEPAD prevé que esté disponible en un periodo de entre 4 y 6 meses.