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AIFA: Así es La Trinidad, la "ciudad fantasma" cerca del aeropuerto

"La Trinidad" es un fraccionamiento ubicado en el municipio de Zumpango, cerca de los límites entre el Estado de México e Hidalgo aproximadamente a 10 kilómetros del AIFA, en donde sus habitantes han abandonado sus casas por la inseguridad.

"La Trinidad" se ubica en el municipio de Zumpango, en el Estado de MéxicoCréditos: Arte de Juan Carlos García
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Cerca del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) existe un fraccionamiento que se ha convertido prácticamente en una “ciudad fantasma” luego de que la mayoría de sus casas fueron abandonadas paulatinamente.

Se trata de “La Trinidad”, unidad habitacional ubicada en el municipio de Zumpango, Estado de México, y que actualmente luce prácticamente deshabitada luego de que familias que ahí vivían han abandonado sus hogares debido a la inseguridad y cuestiones como que los lugares de trabajo quedan lejos.

Humberto Padgett, reportero del noticiario Por La Mañana con Ciro Gómez Leyva de Grupo Fórmula, realizó un recorrido en esta “ciudad fantasma”, durante el que dio cuenta de las condiciones de abandono en las que se encuentran las casas, algunas fueron saqueadas para llevarse hasta las ventanas.

¿Dónde está “La Trinidad”, la “ciudad fantasma” cercana al AIFA?

El fraccionamiento “La Trinidad” se ubica en el municipio de Zumpango, cerca de los límites del Estado de México e Hidalgo, a poco más de 10 kilómetros del sitio donde se edificó el AIFA.

Esta unidad habitacional fue edificada por “Casas Geo”, empresa que se fue a la bancarrota, que inició su construcción en el sexenio de Vicente Fox y durante el mandato de Arturo Montiel como gobernador mexiquense.

“La Trinidad” está conformada por cientos de casas, de aproximadamente 40 metros cuadrados, la mayoría de las cuáles actualmente están abandonadas, mientras que en otras aún permanecen algunas familias que se niegan a abandonar su patrimonio.

Humberto Padgett incluso se encontró con un domicilio habitado por unos inquilinos muy particulares: una jauría de perros callejeros que adoptaron uno de los inmuebles abandonados como su hogar.

¿Por qué abandonaron los habitantes de “La Trinidad” sus casas?

La principal razón por la que los habitantes de “La Trinidad” decidieron abandonar el gigantesco fraccionamiento fue la constante inseguridad en la zona, según explicó Padgett; situación que llegó a un punto en el que las casas eran saqueadas a plena luz del día y ante la vista de los vecinos.

Incluso, algunos de los residentes que aún viven en esta unidad habitacional prácticamente abandonada contaron que han sido víctimas de amenazas de delincuentes para que no denuncien los delitos que cometen.

“Desvalijaron unos muchachos de la misma cuadra (una casa), se les dijo y nos echaron bronca; dijeron ‘los vamos a balacear, mejor ni se metan’ y pues nos metimos porque uno tiene niños; yo cuido a mis nietos”, contó una mujer que aún vive en “La Trinidad”.

Testimonios señalan que los ladrones aprovechaban cuando los habitantes salían a trabajar para forzar la entrada de las casas, que en ocasiones era reforzada con cadenas, rejas e incluso cables, y llevarse prácticamente todo. 

Ante la impotencia de haber sido víctimas del robo de todas sus pertenencias, los residentes no tienen otra opción más que abandonar las casas que con tanto esfuerzo lograron adquirir, no sin antes dejar un perturbador mensaje para los responsables de robarlos.

“Si no me ayudas, no me jodas. Sólo por eso que ya me hiciste, malditos tú y tu raza”, dice una de las leyendas escritas en las paredes de las casas vacías.

Otra de las razones que llevaron a los residentes a abandonar el fraccionamiento es la falta de servicios en los alrededores además de las pésimas vías de comunicación, situaciones que han sido documentadas por algunos medios de comunicación y que hacían prácticamente inviable vivir ahí.

La mayoría de las personas que habitaban en “La Trinidad” invertían hasta 6 horas de su día para trasladarse a sus centros de trabajo y de regreso a sus hogares.

Así es como se desarrolla la historia de “La Trinidad”, el fraccionamiento vecino del AIFA que está en curso de convertirse en una “ciudad fantasma”.