En México las mujeres que provienen de hogares con menor nivel socioeconómico tienen más posibilidades de mejorar su situación en los estados del norte que en el resto del país.
Mientras que las mexicanas que viven en los estados del sur pueden avanzar sólo si perciben un salario y mientras que quienes no, es posible que enfrenten incluso un retroceso, de acuerdo con el informe Sistema Nacional de Cuidados. Una vía para la igualdad de oportunidades y la movilidad social.
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El documento clasifica las posiciones económicas de las personas en una escala de 0 a 100, donde los primeros 25 puestos se refieren a la población de menores ingresos. En ese sentido, las mujeres que parten del puesto 25 o menos tienden a alcanzar el lugar 37 en caso de trabajar y tener un salario en promedio a nivel nacional; mientras que si no lo tienen, pueden avanzar hasta el puesto 32.
Sin embargo, en la región de la frontera norte del país, de Baja California a Tamaulipas, la posición a la que pueden llegar aumenta hasta el lugar 46 con trabajo remunerado y 42 sin él; mientras que en el sur del país, de Guerrero a Quintana Roo, además de Veracruz y Tabasco, la mayor posición que en promedio se alcanza es la 43 con remuneración y 24 sin ella, es decir, que podría representar incluso un retroceso.
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En contraste, en la región centro, donde está la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Querétaro, Puebla, Morelos y Tlaxcala, los posibles avances en la posición económica, y por ende en ingresos, son muy similares a los del promedio nacional.
Además, el 38 por ciento de mujeres de origen socioeconómico bajo no pueden acceder a mejores oportunidades porque no cuentan con seguridad social, frente al 11 por ciento de las mexicanas de la población general, de acuerdo con Mónica Orozco, investigadora del Centro de Estudios Espinoza Yglesias (CEEY).
Durante la presentación del informe, la académica explicó que la desigualdad en el acceso a las oportunidades puede ser explicada a través de distintos factores y uno es el acceso a la seguridad social.
En este sentido, añadió que los factores son distintos y dependen del lugar de nacimiento; pues para el 57 por ciento de las mexicanas del sector socioeconómico alto dependen del nivel socioeconómico de sus padres.
“El acceso a la seguridad social puede ser capaz de compensar las desigualdades inducidas por el lugar en el que nacimos”, comentó.
Asimismo, destacó que esto demuestra la importancia de que el gobierno federal realice acciones para mejorar las condiciones del país.
Movilidad de las mujeres baja si no cuentan con seguridad social
En este sentido, Mónica Orozco señaló que la desigualdad social se entrelaza con la desigualdad territorial, es decir, con la falta de oportunidades de acuerdo con el lugar en el que las mujeres nacen.
Lo que dificulta que las mexicanas puedan incrementar su posición económica. Por ejemplo, aquellas que pertenecen a “la parte más baja de la escalera social” se ubicaron en la posición 25 y al no contar con acceso a seguridad social sólo lograron escalar un lugar.
Mientras que aquellas que sí tuvieron protección social llegaron hasta el lugar 38. La investigadora también detalló que esto cambia en cada área geográfica, ya que las mujeres del sur del país sin seguro social bajaron al lugar 22 y con seguridad subieron a la posición 30.
“Esto lo que nos dice que hay fuente de desigualdad social y territorial que afecta según las condiciones de género”, destacó.
Por su parte la directora general de la Política Nacional de Igualdad y Derechos del Instituto Nacional de las Mujeres, Martha Ferreyra, opinó que la seguridad social no produce que las mexicanas escalen socialmente porque están atravesadas por otros factores.
"Me cuesta trabajo pensar que eso por si solo eso va a producir movilidad social, cuando intervienen otros factores que se llaman interseccionalidad y que necesariamente actúan en el ascenso de mujeres", agregó.