Si bien la construcción del Tren Maya puede comprometer la seguridad ambiental de los cenotes y los ríos subterráneos que hay en la Península de Yucatán, especialmente aquellos de Quintana Roo, donde se busca que la ruta pase por la zona de la selva, esta obra no es la única amenaza para estos cuerpos de agua.
De acuerdo con los ambientalistas que se oponen a la obra, por la zona del Tramo 5 se encuentra el sistema de ríos subterráneos y cenotes más grande del mundo.
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De acuerdo con ambientalistas, muchas prácticas humanas como el turismo, la hotelería y hasta la ganadería tienen un enorme impacto en los cenotes.
Y ello se debe a un problema mayor: la naturaleza del suelo peninsular.
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¿Qué tiene que ver el suelo de la Península de Yucatán?
Empecemos por la base. La Península de Yucatán está llena de cenotes, o quizás más precisamente, se trata de una enorme red de estas formaciones debido a la naturaleza de su suelo.
Teóricamente, a este se le conoce como Karst, un suelo de roca caliza. Se caracteriza por ser delgado, poco profundo y poroso que permite la infiltración del agua y que es soluble en esta, por lo que tiende a formar cavernas que se llenan del líquido.
Con ello, la presencia de cenotes es relativamente común en mucha partes de la región. Tan solo en Yucatán se estima que haya entre 7 mil y 8 mil de estas formaciones y hasta 20 mil en toda la región. Mientras que solamente en Cancún se registra una centena de ellos.
Actividades que afectan a los cenotes
Así, no es sólo la construcción del Tren Maya la que afecta los cenotes. También otras actividades afectan a estos cuerpos acuíferos, subterráneos o superficiales.
Estas actividades también impactan los cenotes:
- Turismo: En 2017, investigadores de Yucatán determinaron que las actividades turísticas, especialmente de hotelería, por la descarga de aguas residuales en la zona de Cancún, Isla Mujeres, Playa del Carmen y Tulum, donde detectaron focos rojos de contaminación.
- Agricultura: En el caso de Quintana Roo, diversos estudios de 2014 y 2016 reportaron que en cenotes cercanos a las zonas turísticas de Cancún y Playa del Carmen se registraron restos de hidrocarburos, asociados posiblemente con la actividad agrícola, por el proceso de roza-tumba-quema. Igualmente en estudios de 2016 se reportaron restos de contaminantes provenientes de pesticidas de uso agrícola.
- Ganadería: Entre 2018 y 2019, se desató un pleito por la instalación de una granja porcícola en el municipio de Homún, en Yucatán. La disputa se dio debido a que la granja se instaló en una zona de abundantes cenotes, por lo que se advirtió el riesgo de que los desechos del ganado pudieran permear al subsuelo y contaminar los cuerpos de agua, mismos de donde se abastecen los habitantes de la zona. Este caso es tan sólo un ejemplo del impacto que puede tener la actividad humana y especialmente la disposición de cualquier sustancia en la zona.