Han pasado 28 años desde aquel 23 de marzo de 1994, cuando el candidato a la Presidencia de la República del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Luis Donaldo Colosio Murrieta, visitó el barrio de Lomas Taurinas, que se ubica en Tijuana, donde fue asesinado por múltiples disparos.
Desde ese entonces, los hechos generaron diversas teorías sobre el magnicidio, cuya investigación sigue inconclusa y abierta en manos de las autoridades federales.
Te podría interesar
¿Quiénes han sido señalados por el asesinato de Luis Donaldo Colosio?
Hubo muchos sospechosos tras lo ocurrido en 1994, pues había suposiciones, así como declaraciones de familiares, testigos y políticos, las cuales fueron recabadas por las autoridades para dar una explicación. Entre las más relevantes se encuentran las siguientes:
-
El crimen organizado
Una de las teorías sobre la muerte de Colosio fue que estaba asociada al crimen organizado por supuestos vínculos del candidato.
Te podría interesar
Con relación a la hipótesis, Guillermo González Calderoni, un informante del gobierno de Estados Unidos, señaló que la culpa de la muerte del candidato del PRI la tenía el Cártel de los Arellano Félix.
Por su parte, el informe de la investigación que emitió la Procuraduría General de la República (PGR) indicó que se documentaron 29 versiones que ligaban al narcotráfico con la muerte del priista, teniendo como base declaraciones ministeriales, fuentes periodísticas y entrevistas con testigos.
-
Sospechosos de la subprocuraduría especial del caso
La PGR creó una subprocuraduría especial para que se encargara del caso de Colosio Murrieta. El primero en investigar fue Diego Valadés, quien detuvo como presuntos culpables a Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del Cisen, y a Vicente Mayoral Valenzuela, expolicía de Baja California.
Sánchez Ortega fue sospechoso y, por lo tanto, llamado a declarar, debido a que su chamarra tenía sangre de Colosio, pues se encontraba a su lado al momento del homicidio. Mientras que Mayoral Valenzuela fue señalado por Mario Aburto como "el ruco" que mató al candidato, sin embargo, después se arrepintió.
Otra hipótesis fue lanzada por el fiscal Miguel Montes, y mencionó que Mario Aburto no actuó solo, así que detuvo a Tranquilino Sánchez, Vicente Mayoral , Rodolfo Mayoral y Rodolfo Rivapalacio como una asociación delictuosa.
-
Othón Cortés Vázquez (Chofer de Colosio)
Las pesquisas por la muerte de Luis Donaldo comenzaron unos días después de los hechos, pero se extendieron un buen tiempo llegando a señalar a su chofer, Othón Cortés Vázquez, como el presunto responsable de su muerte.
Pablo Chapa Bezanilla fue nombrado como nuevo fiscal de la subprocuraduría especial de la PGR, durante el mandato de Ernesto Zedillo, y fue quien acusó a Othón tras rechazar la teoría de su antecesor en el cargo, que decía que el segundo disparo había llegado por un giro del candidato a la presidencia.
Además del chofer, incluyó en la investigación a Fernando de la Sota Rodalléguez, Alejandro García Hinojosa y Javier Hernández Thomassiny. Sin embargo, no pudo probar su presencia ni que ellos hayan disparado algún arma.
-
Mario Aburto
Mario Aburto Martínez es el único detenido por la muerte de Luis Donaldo Colosio, a quien se le acusó y hasta ahora permanece en prisión por el delito cometido en contra del político del PRI.
Después de varias investigaciones, análisis de foto y video, diligencias de identidad, una entrevista, averiguación previa y declaraciones ministeriales, se dio la resolución.
Cada uno de los fiscales especiales de la PGR fueron descartando las teorías en torno al detenido la noche del crimen hasta llegar a Aburto. Las acusaciones anteriores se centraban en hipótesis como que Aburto no había actuado solo, que había sido suplantado o que personas diferentes habían disparado.
-
Carlos Salinas de Gortari
En México, se sabe que Salinas de Gortari no fue quien disparó el gatillo en contra de Colosio, pero existen versiones sobre que fue el autor intelectual del magnicidio.
Carlos Salinas se coloca como uno de los "sospechosos" debido a un discurso que dio el candidato a la presidencia del PRI, el 6 de marzo de 1994, en donde elogió las labores de su partido en la construcción de instituciones, pero también acusó que había concentración de poder, impunidad e incluso corrupción dentro del tricolor, lo que habría molestado al entonces presidente.
Por otra parte, según una declaración de Aburto recuperada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), cuando era trasladado de Lomas de Taurinas a la PGR en Tijuana, los agentes que lo llevaban le dijeron que tenía que decir que pertenecía a un “grupo armado o a un grupo político”.
De igual manera, en el libro "Aburto: testimonios desde Almoloya, el infierno de hielo” de Laura Sánchez Ley, la autora y periodista cuestiona acciones del gobierno como la información de la PGR y un presunto hostigamiento a la familia de Aburto.
El caso aún no está resuelto y podrían seguir surgiendo sospechosos, pues el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, solicitó que la investigación sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio estuviera abierta para esclarecer lo que calificó como un "crimen deleznable".