El historiador y politólogo, Arnaldo Córdova, siempre se caracterizó por ser un político de izquierda, apegado a las causas del pueblo, por lo que nunca tuvo un acercamiento con los partidos de derecha, razón por la que se convirtió en adversario incorruptible del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Fue fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y terminó encontrando un lugar en el movimiento cívico de Andrés Manuel López Obrador y posteriormente en Morena.
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Lo anterior llevó a que desaprobara la actitud que tuvo su hijo Lorenzo Córdova en 2012, quien entonces era consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), y el posicionamiento de todos los integrantes de dicho órgano frente a un hecho consumado por el PRI durante los comicios presidenciales de ese año.
En un texto publicado en el periódico La Jornada titulado ‘Democracia deficitaria’, el intelectual criticó contundentemente al IFE, aún a pesar de que su único hijo ya formaba parte del órgano electoral.
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“El PRI no ha necesitado defenderse por sí solo de las acusaciones; lo más notable es que ha sido el IFE y algunos de sus consejeros en particular, el que ha venido legitimando las irregularidades y los ilícitos del tricolor”, escribió.
Asimismo, resalta que frente al PRI el único de los nueve consejeros del Instituto Federal Electoral que mostró un mejor desempeño fue Alfredo Figueroa, con quien concuerda que no “no todo lo puede hacer ese instituto ni se le ha exigido en ningún momento que lo haga”.
No obstante, Córdova resalta que la única exigencia es que investigue la presunta compra del voto por cuenta propia o que “mueva” a otras instituciones competentes para hacerlo.
“El IFE no sólo no movió ni un dedo, sino que, además, justificó el hecho delictivo. Algún consejero llegó a sugerir que, en realidad, no se trata de un delito”, expresó.
Por otra parte, cuestiona la poca eficacia del IFE para investigar el tráfico de dinero en la elección, pues además de no rastrear el origen de los fondos, sus consejeros “no vieron ningún exceso en los gastos y no instigaron ni pidieron que nadie más lo hiciera”.
Cabe recordar que tras conocer los primeros datos oficiales de las elecciones de 2012, el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador alegó que el triunfo de Enrique Peña Nieto se vio envuelto en el fantasma del “fraude electoral”.
Incluso se llegó a decir que el candidato priista volvió a los viejos métodos del partido y habría ofrecido dinero a cambio de votos, además de que se amañaron los datos y las urnas, y que incluso se sobornó a los observadores de las elecciones.