El Vaticano, que es la ciudad sede de la Iglesia Católica, tiene una gran variedad de historias a su alrededor, entre las que se encuentra una que afirma la existencia de un artefacto llamado "Cronovisor", que supuestamente sirve para realizar viajes en el tiempo.
Se dice que el aparato tiene la habilidad de mostrar tanto el pasado como el futuro, y un libro de 2002 escrito por el sacerdote del Vaticano, Francois Brune, confirmó que es más que un mito.
El reportaje que en un principio sostuvo la existencia del invento fue publicado junto a una imagen de Jesús.
Francois Brune informó que el monje benedictino Pellegrino Ernetti, quien daba clases de música antigua en la iglesia de San Giorgio, en Venecia, era quien tenía en su poder la máquina del tiempo y, en 1972, se lo confirmó al sacerdote.
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Cronovisor: ¿cómo es la máquina del tiempo de El Vaticano?
Según la historia que se ha contado durante años, el Cronovisor fue creado durante la década de 1940 por un grupo de eminentes científicos, incluyendo al nazi Wernher von Braun y el famoso físico Enrico Fermi (ganador del premio nobel de física en 1938).
Ernetti habría dicho que él mismo pudo fotografiar el pasado, en eventos como la agonía de Jesús, la traición de Judas e incluso la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Además, de acuerdo con información de History Latam, Ernetti decía que este prodigio tenía un sólido sustento científico, el cual se basaba en la energía indestructible de las ondas que conforman las imágenes y el sonido.
El Cronovisor del Vaticano captaba dichas ondas flotando en el aire y las decodificaba como imágenes, esto quiere decir que no era una máquina del tiempo como las que suelen salir en las películas de ciencia ficción, sino una especie de 'ventana al pasado'.
Presuntamente podía ser dirigido a una época específica que el equipo quería ver, y una pantalla mostraba las imágenes para que los expertos pudieran estudiar el material.
Poco tiempo después, autoridades de El Vaticano salieron a desmentir públicamente la existencia del Cronovisor, pero antes de morir, Ernetti acusó al Papa y a la Santa Sede de haber confiscado la máquina porque querían evitar que ciertas verdades históricas "salieran a la luz".
La existencia del Cronovisor, la máquina del tiempo de El Vaticano, es sólo una teoría que se ha compartido con el paso del tiempo y hasta el momento no se ha confirmado de manera contundente.