Todas los grandes movimientos revolucionarios tienen como consecuencia que sus líderes, héroes y villanos acaban muertos o en el exilio. La mayoría de estos finales trágicos, son sin sentido práctico y producto de la convulsión histórica.
En el caso de la Revolución Mexicana, la mayoría de los protagonistas morirán de manera trágica, asesinados y a traición. Madero, Zapata, Villa, Carranza, solo por mencionar algunos.
Los que mueren trágicamente se vuelve un mito y leyenda, se convierten en héroes y trascienden en la historia, a veces sin mucho mérito; los que sobreviven se diluyen en la historia y no alcanzan la fama de los mártires.
El "profe" Otilio Montaño Sánchez
Otilio Montaño fue un maestro que nació en Villa de Ayala, en el estado de Morelos.
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Fue profesor de primaria en Tepalcingo y Jonacatepec, posteriormente fue y director de la escuela de su natal Villa de Ayala.
Recordemos que solo unos cuantos niños podían asistir a una escuela, Los índices de analfabetismo en la época pre revolucionaria eran altísimos; ser profesor en ese entonces le confería a uno un estatus social elevado entre la comunidad.
Conoció a Amador Salazar quien lo acercó al pensamiento de Francisco I. Madero y para 1911 se une al movimiento maderista liderado por Pablo Torres Burgos, Felipe Neri y Emiliano Zapata.
Al llegar a la presidencia Madero se niega a cumplir algunos de los compromisos hechos, sobre todo en el reparto de tierras. El grupo revolucionario de Emiliano Zapata rompe con el maderismo.
Al General Otilio Montaño se le atribuye haber redactado el Plan de Ayala, sin embargo no era tan cercano o de confianza de Emiliano Zapata como podría pensarse.
El Plan de Ayala fue proclamado en Ayala, Morelos, el 28 de noviembre de 1911.
Todo parece indicar que ya desde entonces había una rivalidad con algunos de los personajes mas allegados a Zapata. Una cuestión de envidia, parece.
Fue designado para asistir a la Convención de Aguascalientes, pero no pudo asistir por motivos de salud.
Acompañó a Zapata a la primera entrevista con el Gral. Francisco Villa en Xochimilco.
La trágica muerte de Otilio Montaño
Tras la Convención de Aguascalientes tanto Zapata como Villa se enfrentan a Carranza. A partir de este momento Carranza y sus aliados tratan por distintos medios de conseguir adeptos entre los generales y allegados a Villa y Zapata. Es una etapa de confusión ideológica donde la traición es el pan de cada día.
Fue una época en donde Zapata se vuelve paranoico porque siente que cualquiera lo puede traicionar. Abundan los "amigos" que juegan a los dos bandos y la cabeza de Zapata tiene precio.
Los líderes zapatistas Manuel Palafox y Antonio Díaz Soto y Gama intrigan contra Otilio Montaño y este ya está distanciado de Emiliano Zapata.
Según cuentan Otilio Montaño pensó en abandonar al zapatismo. Ante este rumor, no confirmado históricamente, sus detractores lo acusan de traición.
Ante el peligro de estas acusaciones re refugió, junto con Lorenzo Vázquez Herrera, en Buenavista de Cuéllar, en el estado de Guerrero.
En mayo de 1917 en Buena Vista de Cuellar estalló una revuelta que pretendía unirse a Carranza y supuestamente liderada por Otilio Montaño.
Tropas de Zapata sofocan la rebelión y apresan y enjuician a Otilio Montaño. Lo declaran culpable y es fusilado en Tlaltizapán el 18 de mayo de 1917.
Antes de su muerte, acusó a personajes cercanos a Zapata de haberle fabricado un complot.
La muerte del General Zapatista Otilio Montaño es un ejemplo del ambiente de intrigas y traiciones ocurridas en la Revolución Mexicana, y que llevó a la muerte de casi todos los líderes militares e intelectuales, incluyendo a Zapata, Villa y Carranza.
