Ya sea con pollito o para unas enmoladas, el mole es uno de los platillos más tradicionales en México. ¿Sabes cuál es el mejor que puedes comprar? Te contamos lo que dice la Profeco.
Para mayor comodidad de los consumidores, existe el mole industrializado, el cual ya viene con todos los sabores, aromas, dulzor del chocolate y el picante de los chiles que ncesitas.
Para suere de los consumidores, la Procuraduría Federal del Cosnumidor (Profeco) se dio a la tarea de analizar 33 productos denominados como mole en presentaciones en polvo y pasta.
¿Cuál es el mejor mole mexicano?
La Profeco revisó en cada mole su contenido de grasa, azúcares y carbohidratos, así como la calidad sanitaria con la que fueron elaborados.
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De acuerdo con las pruebas realizadas por la Profeco, el mole de La Costeña es el mejor mole mexicano que puedes comprar, ya que es el que menos porcentaje de grasa y sodio tiene.
El mole de La Costeña contien 2.1 por ciento de proteína, 6.1 por ciento de grasa y 6.7 por ciento de azúcares.
Otra marca con palomita de la Profeco y que también contiene los porcentajes más bajos en grasas y azúcares fueron los de la marca Doña María, los cuales tuvieron 3.1 por ciento de proteína, 8.2 por ciento de grasa y cinco por ciento de azúcares.
¿Qué contiene y cuánto cuesta el mole de La Costeña?
El mole de La Costeña contiene una mezcla de chiles, cacahuate, ajonjolí, cacao y azúcar, de acuerdo con información de la propia marca.
Otros ingredientes son:
- Ajo
- Cebolla
- Nuez
- Pimienta
- Clavo
- Comimos
- Aceites o grasas comestibles
- Sal
- Puede incluir nueces
- Semillas de chile
- Chocolate
- Hierbas de olor
El mole de La Costeña tiene un precio entre 40 y 45 pesos en tiendas de autoservicio como Walmart, Soriana y Bodega Aurrera.
¿Quién inventó el mole en México?
Por mucho tiempo se creyó que el mole fue creado en 1685 por sor Andrea de la Asunción en un convento en Puebla; sin embargo, existen indicios de que el mole, en su forma original, existió desde mucho tiempo antes.
De acuerdo con el Gobierno de México, el verdadero origen del mole se da con las culturas prehispánicas donde los indígenas mezclaban varios chiles con semillas de calabaza, hierba santa y jitomate para crear una salsa a la que denominaban mulli.
El mole se acompañada normalmente con carne de guajolote, aunque también se usaba la carne de pato o armadillo y era servido en ceremonias como ofrenda a los dioses.
Más tarde, con la llegada de los españoles a México entraron nuevos productos que se fueron agregaron a las recetas de los moles como la pimienta negra, anís y la canela, en caso de las carnes se integraron el pollo, res y puerco.