Existen una serie de alimentos que son relacionados con las personas de clase alta, ya que cuentan con el suficiente poder adquisitivo para comprarlos y sin que esto represente una afectación a sus respectivos bolsillos. En la antigüedad, las clases privilegiadas también consumieron diferentes alimentos y platillos.
Desde la época prehispánica, algunos alimentos han sido la base de alimentación mexicana: el maíz (para elaborar tortillas), frijoles, chiles, nopales y tomates. Otros alimentos llegaron gracias a los españoles y se fusionaron con los ya existentes para dar forma a la comida de la época colonial, aunque alguna fue exclusiva para la clase alta.
¿Qué comía la clase alta en la época colonial?
El mole fue uno de los platillos exclusivos para la clase alta durante el periodo colonial y fue creado en específico para el virrey, esto bajo las órdenes del obispo Manuel Fernández de Santa Cruz, en Puebla, de acuerdo con la tesina 'Gastronomía de México en la época colonial: platillos principales y su evolución actual'.
En la península de Yucatán, las clases adineradas llegaron a consumir animales como faisán, venado y jabalí, condimentados con achiote (la base de la cochinita pibil) y con especias venidas de ultramar, de acuerdo con el documento ya citado. Asimismo, la cochinita pibil también fue un platillo que sólo degustaron criollos y peninsulares.
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Aparecieron las mancerinas de plata para el chocolate, las vajillas de talavera, las cazuelas y los jarros. Los franceses se establecieron en varios puntos de nuestro territorio y abrieron restaurantes donde se servían platillos franceses, quesos, vinos, licores y postres; también crearon las pastelerías", refiere la tesina Gastronomía de México en la época colonial: platillos principales y su evolución actual'.
De igual modo, sólo la clase alta podía costearse la compra de varios alimentos importados desde Europa o Asia (sobre todo de la India y Filipinas), entre los que se encuentran: mostaza, azafrán, anís, jengibre, orégano, menta y nuez moscada, refiere el artículo 'El encuentro de los dos mundos gastronómicos', publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE).
¿Qué comía la clase alta durante el siglo XIX en México?
México obtuvo su independencia en 1821 y para conmemorar tal acontecimiento se creó un platillo, que quedó identificado con los símbolos patrios, pero también con las clases gobernantes y privilegiadas: los chiles en nogada. Dicho platillo ya no fue creado para un rey, sino para un emperador como se autodenominó Agustín de Iturbide.
En el texto 'Cocina Mexicana: historia gastronómica de la Ciudad de México', escrito por Salvador Novo, se documentó que los siguientes emperadores de México y que formaron parte de la clase alta, Carlota de Sajonia y Maximiliano de Habsburgo, consumían filetes de lenguado, pavos, trufas, conservas de fritas y helados de duraznos.
Puertos como Acapulco y Veracruz empezaron a ser el sitio de reunión de la clase alta durante el México del siglo XIX, donde consumían platillos extranjeros en restaurantes de migrantes europeos, "la élite de la clase alta se reunía varias veces por semana para discutir temas de política, entre otras cosas", según 'Alta cocina y baja cocina', un texto de Maxwell Bloch.
¿Qué comía la clase alta durante el Porfiriato?
La pujante clase alta del Porfiriato, periodo histórico que se extendió de 1876 a 1910, fue más variada y existe mayor documentación sobre la misma. El presidente Porfirio Díaz llegó a servir muslos de ganso, chuletas de carnero, aceitunas, anchoas, vinos de Burdeos y hasta champaña, de acuerdo con el artículo 'La gastronomía mexicana en el Porfiriato'.
Restaurantes como la Ópera Bar fue uno de los sitios donde se reunía Porfirio Díaz, quien solía acudir junto a su esposa Carmelita Romero Rubio, aparte de José Yvés Limantour, quien fue ministro de Hacienda durante ese periodo. Pancho Villa también llegó a comer (y beber) en este restaurante que aún sigue dando servicio en el Centro Histórico.
Contrario a lo que sucedía con la clase alta, las personas de clase baja solían consumir frijoles, pan, tortillas, chiles, verduras como calabazas, que eran la base de su alimentación; mientras que bebidas como el café y el pulque los acompañaron a lo largo de estos periodos de la antigüedad.