Ya te contamos cuáles son los riesgos de usar el mismo par de zapatos todos los días, así que ahora llegó el momento de hablarte de qué tan malo es andar por la casa con el calzado que traes de la calle.
Es evidente que el suelo tiene miles de millones de bacterias, por lo que sería ingenuo pensar que nuestros pies están limpios luego de un día de transitar por el campo o la caótica ciudad.
En los países de occidente las personas suelen entrar a sus moradas sin preocuparse por lo que pueden traer en las suelas. Esto se contrapone con las naciones de oriente, región del mundo en donde es común que la gente ingrese descalza a los hogares.
Otra opción que se vislumbra es la de aquellos y aquellas que dejan sus zapatos de calle cerca de la entrada, para colocarse unos diferentes para moverse por las habitaciones.
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Esta práctica se lleva a cabo con el fin de evitar introducir los organismos del terreno exterior al interior de la vivienda, aunque en realidad nunca estamos completamente libres de gérmenes.
Si se toma en cuenta esta situación, ¿es realmente malo andar por la casa con el calzado que se emplea en la calle? La respuesta no es 100% concluyente.
Y es que sí ayuda no meterlos al hogar así como así, pues siempre se pueden limpiar las suelas antes del acceso para evitar que las millones de bacterias se cultiven en la casa.
Pero si no lo haces tampoco te alarmes demasiado, sólo que sí ten más cuidado en caso de que algo se te caiga al piso porque sin duda habrá más microorganismos al acecho.
¿Cuántas bacterias tienen los zapatos?
De acuerdo con un estudio publicado en 2015 por la revista médica Microbiome, en el exterior de los zapatos se albergan aproximadamente 421 mil bacterias. Pero eso no es todo, la parte interna del calzado puede acumular hasta 2 mil 887 bacterias.
Por eso es importante procurar el aseo de estos accesorios tan necesarios para la vida cotidiana, independientemente de si uno decide andar con ellos por la casa o dejarlos en la puerta tras la llegada.
Una práctica recomendable es cambiarse los zapatos de calle por unos de interior al momento de llegar, aunque siempre se debe procurar la limpieza de las suelas y del lugar donde se almacenen. Esto es benéfico y más higiénico en viviendas donde se usan alfombras.
También es una buena medida si es que en casa hay menores de edad que estén gateando, pues así se evitará que queden a merced de los microorganismos transportados desde fuera.
Según lo explicado por la revista médica Microbiome, hasta un 90% de las bacterias que tenemos en las suelas de los zapatos se trasladan al piso de nuestras casas. Así que es decisión propia si seguimos introduciendo o no el calzado de calle, aunque cualquiera que sea la elección debe ir complementada por un correcto y constante aseo de las habitaciones.
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