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Trucos para que tus almohadas siempre estén esponjosas y muy suaves

Con estos trucos podrás mantener tus almohadas esponjosas y suaves por más tiempo, permitiéndote disfrutar de una noche de sueño reparador y cómodo.

Te decimos cómo tener unas almohadas suaves.Créditos: Especial
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Tener almohadas esponjosas y suaves es crucial para disfrutar de una buena noche de sueño. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, es posible que tus almohadas se vuelvan planas y menos cómodas. Afortunadamente, hay un truco sencillo que puedes seguir para devolverles su esponjosidad y suavidad perdida. En este artículo, te enseñaré cómo lograrlo.

Paso a paso para tener almohadas esponjosas y suaves

PASO 1: LIMPIEZA ADECUADA
Antes de aplicar el truco para hacer tus almohadas más esponjosas, es importante asegurarte de que estén limpias. La acumulación de suciedad, aceites y bacterias puede hacer que las almohadas se vuelvan pesadas y menos mullidas. Sigue estos pasos para limpiar tus almohadas correctamente:

  • Verifica las instrucciones de cuidado: Antes de lavar tus almohadas, revisa las etiquetas para ver si hay alguna instrucción específica de cuidado. Algunas almohadas requieren de un cuidado especial, como la limpieza en seco.
  • Lava las almohadas: Si tus almohadas son aptas para lavadora, colócalas en la máquina junto con detergente suave. Lava las almohadas en un ciclo suave con agua tibia. Es recomendable lavar dos almohadas a la vez para mantener un equilibrio.
  • Enjuaga bien: Después del lavado, asegúrate de enjuagar completamente las almohadas para eliminar cualquier residuo de detergente. Esto es especialmente importante si tienes alergias o sensibilidad a los productos de limpieza.
  • Seca correctamente: Para secar tus almohadas, es mejor usar una secadora o colgarlas al aire libre si es posible. Asegúrate de que estén completamente secas antes de continuar con el siguiente paso.
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PASO 2: FLUFFING (AIREAR)
Una vez que tus almohadas estén limpias y secas, es hora de airearlas para devolverles su esponjosidad. Sigue estos simples pasos para fluff tus almohadas:

  • Golpea las almohadas: Sostén una almohada con ambas manos y golpéala repetidamente para aflojar las fibras internas. Gira la almohada y golpéala por todos los lados. Este proceso ayudará a separar las fibras del relleno y permitirá que vuelvan a su forma original.
  • Aplasta y aplana: A continuación, aplasta la almohada con firmeza para deshacer cualquier grumo o apelmazamiento en el interior. Esto permitirá que las fibras se distribuyan uniformemente y vuelvan a su posición mullida.
  • Dale palmaditas: Por último, da palmaditas suaves a la almohada para asegurarte de que todas las fibras estén distribuidas de manera uniforme. Esto también ayudará a suavizar la superficie de la almohada.
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PASO 3: MANTENIMIENTO REGULAR
Para mantener tus almohadas esponjosas y suaves por más tiempo, es importante brindarles un mantenimiento regular. Aquí hay algunos consejos adicionales para ayudarte a mantener las almohadas en buen estado:

  • Lava tus almohadas al menos dos veces al año: Además de limpiar las almohadas cuando se ensucian, es recomendable lavarlas al menos dos veces al año para eliminar cualquier acumulación de suciedad y aceites corporales.
  • Usa protectores de almohada: Colocar protectores de almohada sobre tus almohadas no solo ayudará a mantenerlas limpias, sino que también prolongará su vida útil.
  • Fluff regularmente: Para evitar que las almohadas se aplasten, sacúdelas y dales palmaditas suaves regularmente para airear las fibras internas.
  • Cambia las almohadas según sea necesario: A medida que las almohadas envejecen, es posible que pierdan su esponjosidad y apoyo. Si notas que tus almohadas ya no te brindan el confort deseado, considera reemplazarlas por unas nuevas.
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Recuerda que es importante prestar atención al cuidado y mantenimiento de tus almohadas, ya que desempeñan un papel clave en tu bienestar y comodidad mientras descansas.