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FEBRERO

¿Por qué febrero sólo tiene 28 días?

El calendario gregoriano fue establecido en el siglo XVI por el Papa Gregorio XII.

Febrero es el mes más corto del año.
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Febrero es un mes que se caracteriza no sólo porque en él se celebra el Día del amor y la amistad, sino porque es el más corto del año con sólo 28 días, o 29 cuando se trata de un año bisiesto, pero ¿a qué se debe este desajuste? Te contamos. 

De acuerdo con la Enciclopedia Británica, febrero dura solo 28 días debido a una superstición romana. 

En el siglo VIII a.C. los romanos utilizaban el calendario de Romulus, que constaba de diez meses y 304 días, pero debido al afán del rey Numa Pompilio por sincronizarlo con el calendario lunar, le fueron agregados los meses de enero y febrero en el año 713 a.C. con lo que acumuló 355 días. 

El  nuevo calendario tenía 6 meses de 30 días y 4 meses de 31, lo que daba un total de 304 días, pero el rey Numa no quería tener números pares en su nuevo calendario, al considerar los números pares de mala suerte y decidió restar un día a cada uno de los meses para que solo tuvieran 29.

Además, el año lunar consta de 355 días, por lo que sobraban 56. Numa se dio cuenta que uno de los 12 meses del año tenía que tener un número par y eligió a febrero para que tuviera 28 días.

Calendario juliano  

Otra de las versiones apunta a que los primeros en desarrollar el calendario con los 365 días fueron los egipcios, quienes se basaron en sus observaciones del ciclo anual del sol.

El reconocimiento de Julio César por los métodos egipcios y el desface del calendario romano por su falta de precisión, hicieron que el gobernante le encargara a Sosígenes de Alejandría una nueva manera de medir el año.

El astrónomo distribuyó los días que faltaban entre los diversos meses, pero como febrero fue el último en incorporarse, no entró en el reparto de las jornadas.  

Para que el calendario se reajustara, el año 46 a.C. tuvo una duración de 445 días; enero y febrero pasaron a los primeros dos meses y el séptimo mes se llamó iuluis (julio) ya que era el mes del cumpleaños de Julio César.

Sin embargo, aún quedaba por arreglar un error, pues los años bisiestos ocurrían cada tres años, por lo que aún había una ligero desajuste en el calendario. 

Finalmente, Augusto arregló el fallo 36 años más tarde, y así se estableció la correcta secuencia de los años bisiestos: cada 4 años en el mes de febrero.  

Aunque oficialmente, todavía durante los primeros siglos después de Cristo se seguía usando el calendario juliano, este presentaba un desface de 11 minutos y 14 segundos, el cual con el paso del tiempo afectaba las fechas de la pascua.

Calendario gregoriano

En 1582 el Papa Gregorio XIII le dio una última vuelta al calendario, pues con el paso de los siglos el calendario se había ido desligando de las estaciones y hacía que la Semana Santa se acercase demasiado al verano, algo que disgustaba mucho al líder de la Iglesia.

Gregorio XIII quería que el equinoccio de primavera en el hemisferio norte fuera el 21 de marzo en vez del día 11, como había empezado a suceder en el siglo XVI, por lo que ?decidió crear un nuevo calendario y atajar el problema de raíz: decretó que el día siguiente al 4 de octubre de 1582 sería 15 de octubre.

De esa forma, el Papa, eliminó de facto 10 días del año 1582, compensó el desajuste acumulado y aprovechó para cambiar la fecha del inicio del año desde el 24 de marzo al 1 de enero situándola en el momento que en la actualidad sigue usándose como referencia.

Además, estipuló que, para volver a evitar el desfase, los años bisiestos seguirían siendo cada cuatro años. El ajuste consiste en agregar un día al calendario cada cuatro años.