Muchas personas han enfrentado secuelas ocasionadas por la infección del coronavirus, estas pueden permanecer en quienes las presenten durante días, semanas, o incluso meses en algunos casos y se le conoce como "COVID largo" o prolongado.
Las síntomas más comunes presentados tras padecer el virus del SARS-CoV-2 son: tos crónica, falta de aire (disnea), cansancio, taquicardia, pérdida del olfato o parosmia, insomnio, dificultad para concentrarse, depresión y ansiedad.
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La especialista en Virología, Susana López Charretón, señaló para la Gaceta UNAM que dichos síntomas se presentan siempre después de enfermarse de COVID-19 y las pueden adquirir tanto pacientes que hayan tenido una infección severa, como los que se hayan contagiado y presentado síntomas leves.
“No es que se alargue el padecimiento, es que puede ser agudo y después de librar la infección se quedan secuelas graves; esto sucede entre 10 y 15 por cierto de los casos. Son rastros que dejó el virus” apuntó López Charretón.
Indicó que el término de "COVID largo" no es precisamente el adecuado debido a que puede darle a entender a la población que es una enfermedad que se mantiene de manera prolongada, sin embargo, aclaró que los síntomas que se presentan son secuelas, pues en los pacientes que se presentan ya no se puede detectar el virus.
Para la Investigadora es necesario recordar que es una enfermedad que surgió hace poco y de la que apenas se tiene conocimiento, por ello, es esencial la vacunación y seguir las indicaciones y medidas preventivas de las autoridades de salud de cada región.
De acuerdo con José Antonio Cañete Avellaneda, jefe del Área de Control Docente de la licenciatura en Fisioterapia de la UNAM, las personas que presenten secuelas de COVID-19 deberán acudir a rehabilitación con profesionales para que les recomienden terapias dirigidas y personalizadas.
“Muchas veces hay pacientes a los que se les dan instrucciones que no son adecuadas, los ponen a inflar globos o a usar inspirómetros de formas erróneas, y eso no ayuda, incluso puede afectar su condición” añadió José Antonio Cañete.
La Gaceta UNAM precisó que la primer línea de atención deben ser los médicos especialistas, como los neumólogos o quienes tengan entrenamiento en rehabilitación respiratoria, en conjunto con fisioterapeutas para definir la cantidad de terapias y su ritmo, el plan de tratamiento y los ejercicios adecuados.