Uno de los actores más queridos de México, Ignacio López Tarso, quien falleció hoy a los 98 años, tuvo tres grandes amores que lo marcaron para siempre.
Según lo que él mismo contaba, jamás pudo olvidar a un amor de juventud, del que jamás dio a conocer el nombre, pero sí todas las emociones que le evocaba su belleza.
De acuerdo con lo que reveló López Tarso, a ella la conoció en un momento complicado en su vida, debido a que mientras que su madre le pedía estudiar para ser sacerdote, él sentía que el corazón se le aceleraba por una mujer. Por ello, no podía pensar en guardar el celibato.
"Yo me brincaba la barda del colegio para ver a mi novia en el pueblo, era una maestra preciosa, la maestrita de escuela, chulísima", dijo en algunas entrevistas el actor de "Cri Cri".
Te podría interesar
También recordó que aunque en ocasiones se llegó a mencionar que tuvo amoríos con Dolores del Río y María Félix, la verdad es que jamás tuvo algo personal con aquellas mujeres. Aunque sí les guardó un profundo cariño y respeto y en su juventud le llegaron a imponer con su belleza y magnetismo.
Sin embargo, quienes sí ocuparon un lugar especial en su corazón, fueron Clara Anda (q.e.p.d) y su última novia.
A Clara, quien ya tenía dos hijos, la conoció por casualidad en una oficina del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pero tras la presentación y algunas salidas juntos comenzaron una relación que sobrellevó buenas y malas rachas.
"Vivimos 50 años juntos, ella vio el inicio de mi carrera, vio como fui al TEA, como entré a Bellas Artes, vio todas mis obras, me vio progresar, estuvo conmigo toda la vida. Clara conmigo siempre, fue un amor bonito, tenemos tres hijos", comentó Ignacio López Tarso.
Tras fallecer Clara, Ignacio López Tarso pensó que el amor jamás volvería a tocar a su puerta; sin embargo, la fortuna le sonrío. Años después de perder a su amada esposa conoció Gabriela con quien inició un sólido romance.
Gabriela pertenece a la industria tequilera y se mantiene lejos de los reflectores. Incluso, no vivía con él, pues ambos preferían verse como novios y que cada uno tuviera su vida por separado, para disfrutar más el tiempo compartido sin que la monotonía los agobiara.
Sigue las redes de Grupo Fórmula