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CRÓNICA

El complicadísimo reto de ser indeciso… y no morir en el intento

Me he quedado sin comer por mi indecisión.

Ser indeciso es lo peor que le puede pasar a una persona.Créditos: Freepik
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Ser una persona indecisa es cansado. Si uno ya tiene idealizado un plan, es excelente porque ya hay una visión clara de lo que se quiere lograr… pero cuando algo es nuevo, el temor se eleva.

Así, miedo se apodera, tu cabeza muestra las grandes posibilidades de cambios y resultados que puede obtener y lo peor es que al tomar una decisión, quizá ya fue demasiado tarde.

Uno de los momentos que más odio, al tener que enfrentarme a mi indecisión, es cuando quiero comer. Si mi pareja decide con antelación la cena es increíble porque ya no tuve que darle vueltas a algo, pero si soy yo el que tiene que tomar una decisión, ahí se complica porque no sé si le vaya a gustar la selección que haga o no, si en realidad quiera comer lo que yo o tenga antojo de lo mismo.

Cuando decido veo que pasó un par de horas, la comida se vuelve infierno, porque el hambre causa enojo y del enojo una gran indecisión.

Lo mismo pasa cuando se quiere comprar ropa. Si la persona indecisa ya sabe qué quiere, no lo piensa más y lo compra, pero cuando solamente se va por avaricia a ver las prendas de ropa, zapatos o hasta electrodomésticos, uno piensa si en realidad lo necesita, pero la indecisión hace que decida mal y al comprarlo, esa dopamina baje y la persona se sienta culpable.

Aunque algunos psicólogos señalen este comportamiento como un “miedo subyacente al fracaso o a ser juzgado”, a un indeciso, lo único que le teme miedo es a elegir mal.

Apartado a las decisiones personales, la toma de control en el área de trabajo es totalmente distinta, porque sé y entiendo lo que debo de hacer. Pero cuando llego a casa y tengo hambre, ahí ya no puedo decidir.

Tanto así que incluso, hay veces que si estoy solo y no sé qué comer, pueden pasar horas, y hasta llegar la noche, en donde yo no pruebo bocado. Sí, me he quedado sin comer un día por indeciso.

¿Me da miedo lo que piensen las personas de mí? No, para nada. Soy una persona directa, enfrento los problemas y soy partícipe de ser un justiciero, incluso me dicen que peleo mucho y todo por ser justo con lo que debe ser. Pero, si quieren verme sufrir, solo denme una carta y preguntenme ¿qué quiero comer? Ese es mi némesis.