Ciudad Juárez

SEMANA SANTA

Milagros de Semana Santa: la virgen de yeso que curó el cáncer de una mujer en Juárez

En Semana Santa, recordamos la vez que la estatua de una virgen lloraba lágrimas milagrosas, fenómeno que atrajo a miles de personas, algunas de las cuales declararon ser sanados.

La virgen que llora.Según los relatos, realizó milagros a la gente que la visitabaCréditos: Daniela Mena
Escrito en CIUDAD JUÁREZ el

Una virgen lloraba desde el hogar de una mujer llamada Rosa Isela Ramírez Aguilera, y atrajo la atención de miles de creyentes y no creyentes, luego de hacerse circular la noticia de que estas lágrimas la sanaron de cáncer.

Este fenómeno se registró a inicios del año 2018, y aunque ya casi nadie recuerda el caso, los vecinos de la colonia Oasis Revolución sí tienen una memoria clara de los acontecimientos de aquel entonces.

Los primeros en hacerse llegar fueron los colonos del sector, seguidos por la prensa y autoridades religiosas, que acudieron con la finalidad de testificar el milagro.

Tomada de redes

Sin embargo, nunca hubo un registro del reconocimiento de este hecho por parte de la iglesia, aunque sí existen videos y testimonios de personas que no solamente la vieron llorar, sino hasta cerrar los ojos.

¿Virgen que llora en Ciudad Juárez?

A principios de febrero del 2018 se dio a conocer la historia en medios de comunicación. La protagonista fue Rosa Isela, quien para ese momento tenía fuera de su casa una larga fila de personas que deseaban visitarla y conocer a su estatua.

Ella relató que la figura habría sido comprada unos 2 años antes de lo ocurrido, en un comercio cercano ubicado sobre la avenida de las Aztecas; pero que habría olvidado exactamente el nombre del negocio.

Mencionó que al momento de verla en el aparador le llamó mucho la atención, y aunque no poseía el dinero necesario para comprarla, toda vez que lo que tenía era para comprar unos medicamentos que necesitaba en ese momento, decidió adquirirla.

Tomada de redes

Dos años después de ese suceso, la mujer fue diagnosticada con cáncer cervicouterino en fase terminal. La enfermedad habría avanzado tanto por su cuerpo que incluso ya se encontraba impedida de caminar.

Eso hasta que una noche, sentada en la sala de su casa, notó que algo brotaba de los ojos de su virgen, la cual, medía alrededor de un metro de altura y se encontraba colocada en una esquina de la habitación.

Extrañada, se acercó y percibió lo que era una especie de lágrima, al tocarla, supo que era aceite. Emocionada llamó a una de sus hijas en ese momento, y las lágrimas continuaron, aunque esta vez, fueron de agua, incluso se dijo que estas olían a agua de rosas.

Tomada de redes

A la par que la anécdota iba siendo compartida con personas de su círculo social, Rosa Isela recuperaba su salud, incluso mencionó que dos semanas después de este fenómeno, recuperó su capacidad de caminar, y al ir al médico para un examen de rutina, le dijeron que no tenía rastro de cáncer de su cuerpo.

Este hubiera sido el primer milagro hecho por la virgen.

Luego de lo sucedido, miles de personas se congregaban en el sitio en una fila permanente. Rosa Isela atendía a las personas desde las 8 de la mañana y hasta las 2 de la mañana.

Al menos durante la primera semana luego de que la noticia llegará incluso a partes fuera de la ciudad, Rosa Isela se mantuvo firme, asegurando que pese al horario extenuante y la fuerza que se requiere para atender a tanta gente, no se sentía cansada.

Tomada de redes

Empezaron a llegar personas, incluso desde Estados Unidos. Las semanas posteriores hubo necesidad de colocar un horario de visitas, pero estas no cesaron ni menguaron, algunas personas que se atendieron en los días subsecuentes eran personas que iban por segunda vez para agradecer supuestos favores cumplidos.

Lo primero que la gente quería era mirar la efigie, a veces lloraba a veces no. Rosa Isela le hablaba palabras de amor a la estatua, asegurando que con ello la imagen parecía sonreír, y los demás fenómenos antes descritos, se manifestaban.

A la gente le era entregado un pedazo de algodón con el fin de recaudar aunque fuera restos de las lágrimas, mismas que tenían la finalidad de ser llevadas a enfermos que no tenían las fuerzas para acudir en pie y pedir por su sanación.

Tomada de redes

Pese a que volvían agradecidos y dispuestos a devolver el favor de algún modo, Rosa Isela nunca aceptó dinero, en todo caso, les daba a las personas la opción de llevar alguna flor o veladoras para la virgen, incluso, aceptaba botellas de agua para los propios visitantes que duraban horas bajo el sol esperando su turno para estar cerca de ella.

Pronto la sala de Rosa Isela se convirtió en un altar, con rosarios, veladoras, fotografías y rosas de cientos de personas.

¿Qué pasó con la virgen que lloraba en Ciudad Juárez?

Durante aquellas semanas llegaron a la casa de Rosa Isela autoridades eclesiásticas. En días posteriores se dio a conocer que se realizarían pruebas a la estatua a fin de comprobar que se trataba de un milagro y no de un fraude.

Asimismo, tanto el entonces obispo como otros sacerdotes, llamaron a la cordura pidiendo no caer en el fanatismo con respecto a la adoración de esta imagen.

Tomada de redes

Los resultados de esos análisis nunca fueron dados a conocer, ni siquiera fue dicho si realmente se hicieron.

En medio del escepticismo de algunos y la incomodidad de algunos vecinos, que se quejaban del gentío y la algarabía de danzantes que iban a rendirle devoción con su música y baile, fueron muchas personas que siguieron llegando hasta el lugar.

De toda esta historia aún prevalecen testimonios de personas que aseguran haber sanado con la intercesión de esa estatua.

Por ejemplo, una cibernauta, identificada en redes como Deny Lovato, escribió que ella fue una fiel creyente del milagro, toda vez que por aquel entonces tenía a su hijo muy grave, internado en el Hospital Infantil, de una enfermedad desconocida para los médicos, misma que incluso ya no le permitía caminar.

Tomada de redes

Ella cuenta que fue a conocer a la virgen, tomó una de sus lágrimas con el algodón y lo llevó hasta el hospital, para pasarlo por la piel de su niño. Menciona que 4 días después, los médicos lograron identificar la bacteria que estaba provocando la afección de su hijo, logrando así darle el medicamento adecuado y recuperar su salud por completo.

La mujer recuerda que no solo hizo pasar el algodón por su hijo, sino también por los demás niños que se encontraban internados en aquel momento, los cuales, asegura, también sanaron.

Asegura que actualmente su hijo ya es un niño mayor y está totalmente sano, cosa por lo que se encuentra totalmente agradecida.

Hay registros periodísticos de que a finales del 2019, Rosa Isela aún recibía visitas en su casa para contemplar la virgen.

Finalmente, los vecinos de la colonia Oasis Revolución, informan que lamentablemente esta mujer perdió la vida víctima de cáncer, tras una recaída, en septiembre del 2021. Las personas dicen recordarla con cariño y como una gran maestra, pues esa era su profesión.