Rubén Martínez es uno de los damnificados que dejó el sismo del 19 de septiembre de 2017. Él y su familia vivían en una vecindad ubicada en el Callejón de la Igualdad 32 y 34, en el Centro Histórico de la CDMX; sin embargo, el terremoto dañó el edificio y la Comisión para la Reconstrucción estableció que era necesario que fuera demolido. A cinco años del temblor, el inmueble no ha sido edificado y ninguno de los afectados ha podido regresar a su casa.
En la vecindad vivían 22 familias, incluida la de Rubén Martínez, y el 90 por ciento de los integrantes de éstas son adultos mayores. Hasta ahora seis habitantes fallecieron en espera de la reconstrucción.
"La situación del grupo es muy triste, en este tiempo han fallecido seis vecinos y con el paso del tiempo las circunstancias se han ido agravando día a día. Hemos tenido atención de las autoridades, en su caso de la Comisión de la Reconstruccion; sin embargo, por circunstancias de acuerdos del gobierno a partir de marzo de este año nos pasaron al Invi [Instituto de Vivienda de la Ciudad de México] donde van a hacer la obra a través de las constructoras con las que ellos trabajan", comentó en "Por la Mañana".
El damnificado dijo que, aunque parece que la reconstrucción empezará en los próximos días, cada vez ven más lejano que eso suceda.
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"Lo desesperante es que no vemos que esto se haga realidad. Aprovechar esta ocasión para hacer visible nuestro caso, así como el de muchas familias que se están manifestando en diferentes punto del centro de la ciudad y nosotros somos una muestra pequeña de la gran problemática que se ha dejado pasar porque dejamos de ser importantes con el paso del tiempo", demandó.
Después del sismo de 2017, las 22 familias de la vecindad hicieron un campamento para cuidar sus pertenencias, de acuerdo con Ricardo López Cordero, director radio Ibero 90.9. No obstante, cuando la Comisión de la Reconstrucción decidió tirar la vecindad, los habitantes tuvieron que buscar refugio con familiares y amigos.
"Todos los vecinos tuvimos que buscar diferentes sitios, obviamente conforme fueron saliendo de la vecindad se tuvieron que colocar con familiares, amigos, que nos dieron hospedaje momentáneo. Ustedes saben que no es lo mismo estar en casa que estar prácticamente arrimados hasta que conseguimos lugares donde ubicarnos", detalló Rubén Martínez.
El damnificado reconoció el apoyo de 4 mil pesos que el Gobierno de la CDMX les otorgó para que paguen rentas mientras se reconstruye la vecindad, pero no les alcanza porque el costo de un alquiler en la misma zona es superior.
"Se ha manifestado que resultan insuficientes dadas las condiciones en que se cobra una renta. Aquí en el centro de la ciudad, cerca de donde estábamos, una vivienda sencilla, pequeña, de dos cuartos no la rentan en menos de 7 u 8 mil pesos", agregó.
Varias de las familias que residían en el inmueble tuvieron que irse a la periferia de la capital, como a las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac. Mientras que otros se mudaron a municipios del Estado de México, ya que no les alcanzaba para una renta en la CDMX y hubo adultos mayores que se vieron forzados a volver a trabajar.
Por último, Rubén Martínez pidió al jefe de Gobierno, Martí Batres, que presione a la Comisión para la Reconstrucción y al Invi para que ya no se demoren los trabajos de reconstrucción de la vecindad y en su cimentación.
"Yo quisiera hacer una petición muy concreta al jefe de Gobierno, Martí Batres. Él fue un luchador social muy importante, cuando los sismos de 1985 tuve la oportunidad de ver cómo estuvo trabajando para promover la causa de los damnificados y creo que nosotros deberíamos esperar, de alguien como él, empatía en cuanto a reconocer la importancia de que se atienda, como nosotros, todos los casos de gente que seguimos en la calle [por el 19S]", demandó.