El edificio Guardiola, ubicado en el cruce de las calles 5 de Mayo y Eje Central, es la mayor prueba del hundimiento que padecen los terrenos del Centro Histórico de la Ciudad de México, de acuerdo con un análisis realizado por el geólogo mexicano Alejandro Méndez, quien también compartió una serie de fotografías que atestiguan este fenómeno llamado subsidencia.
A simples rasgos, la subsidencia es "el hundimiento progresivo de la superficie del terreno", de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este fenómeno geológico guarda una estrecha relación con la sobreexplotación de los mantos acuíferos y se detecta a través de una técnica conocida como interferometría SAR, que se apoya en imágenes de radar.
¿Y cuánto se ha hundido la CDMX?
De acuerdo con la información proporcionada por Alejandro Méndez, el hundimiento de la CDMX es distinto en cada una de las 16 alcaldías. El mayor registro es de 340 milímetros (3.4 centímetros) al año, sobre todo en demarcaciones como Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco e Iztapalapa.
El mismo Méndez cita el artículo 'Present-day land subsidence rates, surface faulting hazard and risk in Mexico City with 2014–2020 Sentinel-1 IW InSAR', publicado en Science, donde se establece que algunas regiones del Valle de México se hunden hasta un milímetro cada día.
Pero el mayor ejemplo de la subsidencia es el edificio Guardiola, localizado en la alcaldía Cuauhtémoc y a un costado de la Torre Latinoamericana. En la década de los 50, explica el geólogo, la entrada del lugar se encontraba a ras de acera; posterior a eso se realizaron una serie de obras de remodelación, lo que elevó el nivel de la calle dos metros.
Este proceso (la subsidencia) hace que, poco a poco, el edificio se eleve con respecto a la calle. Se estima que, en menos de 40 años, el sótano y el estacionamiento subterráneo estarán a la altura de la calle", escribió Alejandro Méndez con respecto al edificio Guardiola.
La subidencia no sólo afecta al edificio Guardiola, sino a numerosos inmuebles del Centro Histórico, además de que también daña la infraestructura en transporte y servicios (como el drenaje). Aunado a la sobreexplotación de mantos acuíferos, explica el geólogo, este problema también se da por la compactación de sedimentos lacustres y el peso de las construcciones en la CDMX.
¿Hay una solución del hundimiento de la CDMX?
Gabriel Auvinet, Édgar Méndez y Moisés Juárez, todos pertenecientes al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicaron un artículo titulado 'Hundimiento regional del Valle de México' en la revista Geotecnia, donde concluyen que para desacelerar este fenómeno se debe tener una mejor política en torno al abastecimiento de agua potable.
Globalmente, el control de los hundimientos pasa por la implementación de una política de abastecimiento de agua diferente a la actual. Para reducir el bombeo local es posible recurrir a fuentes externas o profundas, pero debe darse prioridad a otras acciones: como la promoción de un uso más racional del agua y el eficiente control de fugas en el sistema de distribución de agua potable", plantean.
La inyección de volúmenes de agua estratos "permeables" del terreno ayudarían a proteger áreas importantes del Centro Histórico de la CDMX contra el fenómeno de la subsidencia. Insisten en que las construcciones deben recurrir a "métodos de diseño cada vez más refinados" para aminorar el impacto del hundimiento que sufre el terreno de la capital del país.