Un visitante inesperado se coló en los pasillos de la estación Pino Suárez, perteneciente a la Línea 2 del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro: una víbora de cascabel, que aparentemente sería vendida por un par de personas. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México detuvo a los responsables y confiscó al reptil.
De acuerdo con el testimonio ofrecido por los agentes de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), un par de personas "con actitud inusual", realizaron el intercambio de un frasco en los andenes de dicha estación, por lo que procedieron a investigar... y se encontraron con una víbora de cascabel de hasta 50 centímetros al interior de dicho recipiente.
Las personas implicadas en la posible transacción del ofidio mostraron un "documento" para la compra y venta, no obstante, los oficiales llevaron a ambos al área jurídica de la estación Pino Suárez, al tratarse de una especie venenosa y ante la posibilidad de que se trate de una actividad ilegal, anunció la SSC-CDMX.
Ambas personas (de 30 y 32 años, de forma respectiva) fueron remitidas a la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Protección Urbana, donde se definirá su situación jurídica. Mientras que la víbora de cascabel fue entregada a la Brigada de Vigilancia Animal de la SSC, con sede en Xochimilco, donde veterinarios revisarán su estado de salud.
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¿Las víboras de cascabel son venenosas?
La Comisión Nacional para el Uso y Aprovechamiento de la Biodiversidad (Conabio) ha identificado hasta 46 especies de cascabel en el territorio mexicano; todas son venenosas y cuentan con el famoso cascabel en la punta de la cola, que en realidad son unos "estuches córneos", para advertir al resto de las especies sobre su peligrosidad.
Algunas especies de cascabel pueden llegar a medir hasta 2.5 metros de largo y pesar cerca de cinco kilos, según la Conabio. En la cola suelen tener una serie de anillos, que se alternan entre claros y oscuros, mientras que en el resto de su cuerpo presenta una serie de 'diamantes' de distintos tonos.
Acerca del veneno que presentan estos reptiles, "es muy fuerte y destruye los glóbulos rojos de la sangre", lo que afecta a la circulación y a los tejidos del cuerpo humano. "Sus mordeduras son tremendamente dolorosas y pueden resultar fatales para los seres humanos", afirma la Conabio.
No es la primera vez que rescatan a un ejemplar de la vida silvestre en el Metro de la CDMX, pues en abril y junio de 2022 (de manera respectiva), las autoridades encontraron murciélagos, mismos que fueron capturados y enviados a las instalaciones de la Brigada de Vigilancia Animal.