Las nuevas generaciones tienen una gran responsabilidad en la sierra de Zongolica, “no dejar perder los saberes, técnicas y tradiciones” dicen los sabios viejos. Las niñas, niños y jóvenes desde temprana edad son instruidos en temas culturales como la elaboración de prendas de vestir, hechas a mano en lo que se llama telar de cintura.
En el municipio de Tequila, han conformado grupos de formación artística con enfoque comunitario.
Los pequeños entre otras cosas también han dejado huella en sus comunidades mediante la realización de Murales, libros y artesanías. La faja de múltiples colores y colocada en la cintura de manera visible en los atuendos de las mujeres de la sierra tiene su significado.
Explican las artesanas que:
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“las fajas son una metáfora de la relación entre la tierra y la feminidad, las cuales representan el mito de la serpiente que surca y protege las milpas, es por ello que las mujeres indígenas las portan para cubrir su vientre y en el caso de estar embarazadas, protegen a su bebé en camino"
Explican que, para entender el arte textil indígena, es necesario comprender, de inicio, la cosmovisión, para ello, es preciso adentrarse en el origen de las comunidades y su sistema de creencias y valores.
En las nuevas generaciones las relaciones sociales se tejen como cuando se elaboran las fajas, así de fuertes y perdurables son los lazos entre los indígenas.
En los talleres de confección de la ropa tradicional los grupos adquieren los conocimientos y los valores implícitos en los saberes, como dicen ellos, también es una herramienta para el futuro en materia económica.
El tema no es tarea fácil, tienen su grado de dificultad.
Las niñas y niños, trabajan sobre tejedoras a mano durante tres meses para lograr una Faja tradicional.
Las maestras artesanas, también indígenas les enseñan paso a paso las técnicas, de esta forma a partir de la riqueza cultural, fomentan la paz en espacios seguros, así como, la participación en la vida artística y cultural.
Los indígenas también son apoyados por el gobierno federal en un programa que aplican en al menos 200 municipios en todo el país.
“se busca que los derechos federales puedan ejercerse plenamente en aquellas localidades del país, que tienen una tradición cultural viva muy importante, pero que al mismo tiempo no han recibido históricamente los recursos.”
Entre los niños y niñas participantes hay quienes tienen cinco años que es la edad en la que pueden iniciar las tareas que deben ser divertidas, interesantes y culturales.
Muy al estilo de la vida en la sierra de Zongolica, entre las montañas y bajas temperaturas los niños y niñas tejedoras realizan sus tareas diarias en instalaciones proporcionadas por las autoridades municipales, el alcalde de Tequila, Jesús Valencia Morales dice que la prioridad es que los niños convivan con sus compañeros, se alejen de los distractores tecnológicos y conserven las tradiciones, disfrutando de su creatividad.
El telar de cintura es el instrumento con el que los niños y niñas elaboran las prendas que algún día ellos también vestirán, y seguramente lo harán con el mismo orgullo y sentido de pertenencia a su cultura indígena con que fueron confeccionadas las piezas.