Nacido hace 97 años, en Maltrata Veracruz, comenzó a trabajar como cartero en el año 1944 porque en su lugar de origen, no había oportunidades laborales además que le tocó la evolución del servicio postal mexicano
Un día que se topó con el entonces jefe de correos, éste le dijo “¿quieres trabajar chamaco?” a lo que el respondió firmemente que sí, en ese entonces Encarnación era un joven de casi dieciocho años y así comenzó.
Menciona el longevo cartero que tuvo que enfrentarse a muchos contratiempos de la época, entre ellos a un grupo delictivo denominado como “La Bola”. Esta gente, era un montón de bandoleros post revolucionarios que en ese entonces, tenían asolada a la región donde él se desempeñaba como cartero. Robaban el contenido de las valijas, que en muchas ocasiones era dinero en efectivo o correspondencia de vital importancia
Rosas Andrade en la plática, que para esos ayeres el llegó a ser custodiado por el Ejército Mexicano, dada la importancia de su encargo así como de los paquetes que él manejaba. También dijo que gracias a su alto sentido de la responsabilidad, fue encargado no solo del servicio postal mexicano sino del teléfono, que en ese entonces enlazaba a varias comunidades de la región norte de nuestro estado de Veracruz. Las telecomunicaciones, era sin duda; algo valioso para la época.
Encarnación recuerda con nostalgia que fue un 12 de Noviembre (día del cartero en México), cuando un fulano (como él así lo llamó) llegó con la notificación de que debía presentarse ya como encargado del servicio postal mexicano, en ese entonces Villa José Cardel. Entre sus vivencias, Rosas Andrade destacó que le tocó la etapa del progreso que vivió la hoy ciudad de Cardel, mencionó la entrada de la planta nuclear de Laguna Verde así como la elevación de Villa a Ciudad, el trazo de las calles, su pavimentación, la introducción de la red eléctrica, entre otras cosas de las cuales el fue pieza clave, pues por la importancia del puesto que desempeñaba, se le daba el trato de una verdadera personalidad y en ese entonces, el jefe de la oficina postal era considerado una autoridad y participaba de las decisiones que los gobiernos locales tomaban.
Debido al gran cariño que le profesan por haber sido pieza fundamental, en el desarrollo de una sociedad pujante y trabajadora, en el año 2020 fue reconocido por el entonces titular de la administración municipal de La Antigua, el Contador Público José Cruz Lagunez Sánchez, quien de manera sencilla pero con mucho aprecio, le entregó un merecido reconocimiento por su impecable labor al frente de la oficina de correos en la ciudad de Cardel.
Finalmente y con la entrada de las nuevas tecnologías, la noble figura del cartero prácticamente ha desaparecido, con la entrada de la internet los correos y las transferencias bancarias se hacen vía electrónica, desplazando la actividad presencial. En la actualidad, Don Chon (como cariñosamente le dice la gente en Cardel), disfruta de su pensión al lado de sus seres queridos, gusta de la escritura plasmando sus vivencias en una antigua máquina de escribir.
Por esta razón, aplica muy bien el viejo adagio de que; ya que estamos de paso por este mundo, dejemos huellas bonitas...