Desde que llegas al lugar y vez la fachada colorida sabes que por dentro hay un mundo de sorpresas; es una cafetería proveniente de la Ciudad de México, pero Córdoba la hizo suya, especialmente porque preparan el mejor café de especialidad, y donde aprendes los distintos métodos para preparar un aromático artesanal, y ¿por qué no?, tomarte una gran variedad de selfies ante una obligada invitación de la escenografía; al entrar ya quieres capturar cada rincón.
En estas fechas decembrinas Rococó se adorna de objetos alusivos a la temporada y la gente gusta de tomarse un café rodeado del espíritu navideño, sin duda, el mejor mes para este banco de café.
Manuel García Estrada, quien es propietario de Rococo, nos platicó que esta cafetería empezó a operar en 2010, en la Ciudad de México, con un estilo especial que se llama "maximalista", cargado de arte llamado barroco francés, pero con el toque principal para brindarle a los visitantes el mejor café de especialidad, con las 60 maneras de preparar un café artesanal.
Este banco artesanal del café es un lugar cuya finalidad es que las personas que acudan se sientan como en casa, sin que nadie los moleste, y qué mejor estar en un entorno que les traiga tranquilidad y que puedan identificarse en cada espacio.
Este lugar tiene estilo cordobés donde se encuentran plantas en los patios como cualquier casa de esta ciudad de un modo desordenado, paredes de piedra o ladrillo sin revocar, colores propios de la cultura jarocha, música de fondo clásica o sones jarochos.
También puedes apreciar en las paredes objetos chinos, hindúes o mexicanos; entrando hay una barra con una variedad de tasas, objetos para la preparación del café, un espacio donde surge la magia en la elaboración de las bebidas, a un costado un salón parecido a uno de México con muebles de antaño y una pintura llamativa que invita a capturar el momento.
Mientras más te adentras al lugar, más captura tu atención una sala principal y peculiar, con objetos de todo tipo; en este mismo espacio se encuentra un baño que, sin lugar a dudas, no podrás dejar de apreciar la gran cantidad de periódicos que tapizan sus paredes.
En el patio se encuentra una fuente que data de 1943 con estilo de un pozo ubicado en la iglesia de San José Obrero de Córdoba, alusiva al Dios Tlaloc, de donde sale agua, a un costado está un reloj solar, más adelante un árbol de mango del que cuelgan caracoles y todo lo que tenga que ver con el mar, símbolo de Veracruz.
Cada área tiene su significado y razón de ser, al momento que la gente entra les llama mucho la atención porque es algo distinto, una mezcla de expresión artistica, haciendo de Rococo en Córdoba un gran puente entre una propuesta museo gráfica y la experiencia de tomar café sin sentir que un guardia te esta viendo en tu recorrido. Así que esta cafetería es un lugar con alma que Córdoba merece tener.
Un tema que no es cansado para Manuel, le encanta compartir sus conocimientos sobre el café, así que se dio a la tarea de realizar recorridos explicando la preparación de éste , pero sobre todo que conozcan los diversos métodos artesanales de realizarlo, que puedan saborear entre amargo, ácido o dulce y al final encontrar tu favorito.
Cafecito con el mejor ambiente
También presentan conciertos de jazz, acuden cantantes de ópera, presentación de libros, talleres, conciertos de navidad, en especial en estas fechas decembrinas que es cuando más se concentran las actividades, pero en todo el año las ofrecen.
Sus costos son accesibles, es el estándar que la gente puede pagar y que esto los haga volver a experimentar una experiencia inigualable; su horario es de 4 de la tarde a 9 de la noche toda la semana excepto los martes que es día de descanso.
Para Manuel Córdoba debe ser un lugar en donde todos deban saber de café y les falta mucho por hacer, pero Rococo apuesta por el cordobés y porque el café sea un producto que todo mundo hable bien de él, un cafe de calidad que hace que los turistas regresen a comprarlo.