Una actividad recreativa, estimulante y relajante que cobró popularidad durante los últimos años en algunos puntos de la zona de playas del municipio de Boca del Río, Veracruz.
Es en el área del rompeolas del bulevar costero Manuel Ávila Camacho donde algunas personas ya lo han puesto en práctica.
Y es que a primera vista parece fácil el apilar una piedra sobre otra hasta formar una figura rocosa, sin embargo, se requiere de destreza, concentración y mucha fuerza tanto física como mental.
Las rocas en equilibrio, una encima de la otra, destacan principalmente en playa La Bamba que de frente, a varias millas náuticas, tiene a la vista la paradisiaca Isla de los Sacrificios.
Y es que las rocas apiladas se adhieren sin el uso de pegamento, cables o soportes. Se sostienen con el peso de las mismas y ni el viento del norte más fuerte las logra derribar.
El chiste del rock balancing está en encontrar la roca adecuada, la que ayudará a sostener a la de arriba y así sucesivamente.
Hay que hallar el punto exacto para lograr el estado de inmovilidad, es decir, que la gravedad haga lo suyo.
Dicen los que lo han llevado a cabo que las piedras más pesadas van abajo y las más pequeñas hasta arriba.
El proceso de construcción es el siguiente: las rocas más grandes y pasadas (algunas de hasta 10 kilogramos) son las que sirven como base, luego van las de menor tamaño, y así sucesivamente, hasta formar torres que van de los 50 centímetros al metro de altura.
Parece simple, sin embargo, tiene su grado de dificultad y riesgo pues los accidentes están a la orden del día, ya que con cualquier descuido o movimiento en falso una roca podría caer en los dedos de los pies. ¿Te animas a intentar rock balancing?